Menos el tema del Medio Oriente, parece ser que todo el resto estará sujeto a revisión.
Bush prometió realizar gestiones para llegar a una paz entre israelíes y palestinos, e «izar la bandera de una Palestina libre… el mundo no debe descansar hasta que este conflicto tenga una solución justa y duradera».
El primer ministro belga Guy Verhofstadt, quien presentó a Bush, dijo que la invasión a Irak fue un tema que creó división, pero que «no tiene sentido discutir ahora sobre quién tenía la razón».
Bush también instó a Siria a retirar sus fuerzas de El Líbano mientras partidarios de la oposición insultaban a los sirios y exigían la renuncia del gobierno libanés partidario de Siria.
«El pueblo libanés tiene derecho a ser libre, y Estados Unidos y Europa comparten el interés de que El Líbano sea independiente y democrático», dijo el mandatario estadounidense.
Dentro de su habitual repertorio, Bush también presionó a Irán para que termine con sus planes nucleares.
«Ha llegado el momento de que el régimen iraní escuche a su pueblo, respete sus derechos y se una al movimiento hacia la libertad que se lleva a cabo en las áreas circundantes», agregó.