Uno de los puntos principales de su agenda Putin discutirá con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, acerca de los posibles esfuerzos por reanudar el proceso de paz entre israelíes y los palestinos. Putin viajará, luego, a Israel con la esperanza de poder asumir un papel trascendente en la búsqueda de soluciones en el proceso de paz regional.
Rusia es, junto con la Unión Europea, Estados Unidos y las Naciones Unidas, miembro del Cuarteto de Madrid, autor del ‘Mapa de Rutas’.
Putin y Mubarak también hablarán, también, acerca de los conflictos en Irak, El Líbano y Siria.
El último líder del Kremlin en visitar Egipto fue Nikita Jrushchev, quien en 1964 inauguró la primera etapa de la construcción de la presa de Asuán, un proyecto para irrigar tierras en un área que llegó a satisfacer el 80% de las necesidades energéticas de Egipto.
Los estrechos vínculos forjados entre el líder egipcio, Gamal Abdel Nasser, y Moscú colapsaron tras su muerte en 1971. El héroe nacionalista árabe fue sustituido por el pragmático Sadat, que se inclinó progresivamente hacia los Estados Unidos.
Egipto, hoy, es el segundo mayor receptor de ayuda norteamericana después de Israel, y es considerado aliado de Washington.
En cuanto a su visita a Israel, esta viene marcada por la próxima venta de misiles anti-aéreos «de corto alcance» a Siria, una información que el propio Putin confirmara en una entrevista concedida a la televisión israelí.