El documento de 35 páginas deja de lado muchos objetivos que apuntaban a la reforma de la organización que, al cumplir 60 años de vida, ha convocado a unos 170 gobernantes.
La redacción requirió de semanas de duros debates entre los delegados que, para cumplir con el cumplimiento de un texto consensuado debilitaron los objetivos y el propósito de la conferencia en la mayoría de los temas abordados.
En la clausura de la asamblea, Cuba y Venezuela criticaron duramente la negociación del texto argumentando que “se ha hecho sin transparencia, con la imposición de los intereses de los grandes países en detrimento de los países pequeños, de los países en desarrollo” afirmó el embajador cubano Orlando Requeijo Gual.