Los rabinos también pidieron al Papa Benedicto XVI que exhorte a los sacerdotes y obispos del mundo a dedicar un día del año a las enseñanzas de un documento del Vaticano que repudia el antisemitismo en todas sus formas.
El Papa dijo que tratará de responder «de manera positiva» al pedido de los rabinos, dijo el embajador israelí a la Santa Sede en conferencia de prensa después de la reunión.
El gran rabino ashkenazi Yona Metzger y el gran rabino sefardí Shlomo Amar visitaron al Papa en su residencia de verano en Castel Gandolfo, en los montes Albanos, al sur de Roma.
El mes pasado, Benedicto XVI visitó la sinagoga central de Colonia, Alemania, la segunda vez que un pontífice concurría a un templo judío. En esa visita, el Papa dijo que el mundo presenciaba la aparición de nuevas formas de antisemitismo.
El Vaticano e Israel protagonizaron recientemente un enfrentamiento diplomático porque el Papa omitió a Israel en una lista de países atacados por el terrorismo. Después que Ariel Sharón enviara una carta al Vaticano, el embajador israelí Oded Ben-Hur dijo que el asunto quedó resuelto.
Los rabinos querían hablar con el Papa sobre la necesidad de difundir más las enseñanzas del documento «Nostra aetate», aprobado por el Concilio Vaticano II en 1965, dijo Ben-Hur antes de la reunión.
En el documento, el Vaticano deploró el antisemitismo en todas sus formas y repudió la acusación de «deicidio» que culpaba a los judíos como pueblo por la muerte de Jesús. La idea de la culpa de los judíos había alimentado el antisemitismo durante siglos.