Ahmadineyad afirmó que la muerte de seis millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial es un «mito» utilizado como pretexto para establecer el Estado judío en Israel, en el corazón del mundo musulmán. El pasado octubre, Ahmadineyad ya habúa solicitado la destrucción de Israel.
El portavoz de la cancillería china, Qin Gang, rechazó expresamente las declaraciones del líder iraní. «No estamos a favor de ningún comentario perjudicial para la estabilidad y la paz», afirmó, agregando que Israel «es un Estado soberano».
China mantiene buenas relaciones tanto con Irán como con Israel. Recientemente firmó un acuerdo con Teherán con el fin de obtener acceso directo al petróleo iraní.
Las tensiones entre Irán e Israel son aún más patentes después de las declaraciones de Ahmadineyad. Mientras, las autoridades israelíes rechazan descartar el uso de medidas militares para impedir que Irán desarrolle su programa nuclear.