Argentina:

Dos marchas antagónicas en la misma plaza

Familiares y militares retirados y en actividades encabezaron un acto recordatorio de los muertos por la subversión en la Plaza San Martín y criticaron la política de derechos humanos del Gobierno. En el mismo espacio, partidos de izquierda y agrupaciones de Derechos Humanos rechazaron ese homenaje al señalar que el límite para la libertad de expresión “es la reivindicación del terrorismo de Estado”.

Dos movilizaciones quedaron enfrentadas -el pasado jueves 5 de octubre- ideológica y físicamente, cuando casi al mismo tiempo llegaron a la Plaza San Martín, escenario del homenaje a los caídos de las fuerzas armadas durante la última dictadura y del rechazo a ese recordatorio por parte de quienes lo consideraron una «reivindicación del terrorismo de Estado”. Ambas manifestaciones fueron custodiadas por un amplio operativo de seguridad y pese a la tensión que se vivió por momentos, todo transcurrió en paz.
En la previa estaba previsto que ambos actos se realizarían en simultáneo, pero finalmente los partidos de izquierda junto a organismos de derechos humanos tomaron la iniciativa y recién después de su desconcentración comenzó el convocado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo de la Argentina (AVTA) y la agrupación Argentinos por la Memoria Completa.
Sin bien destacaron el derecho a manifestarse, organismos de derechos humanos señalaron que el límite para ello es «no reivindicar el terrorismo de Estado», mientras que las agrupaciones de izquierda se ubicaron en las cercanías de Plaza San Martín para repudiar el homenaje de la ultraderecha y pidieron que se investigue a sus participantes porque «allí pueden estar los que secuestraron a Jorge Julio López».
En tanto, en un polémico acto en homenaje a las víctimas de la guerrilla, familiares de caídos, y militares retirados y en actividad rechazaron la política de derechos humanos llevada adelante por el Gobierno. Una de las oradoras, Ana Lucioni de la Comisión de Homenaje Permanente llamó a «revertir esta balanza de odio y venganza», en referencia a los juicios que se abrieron contra represores tras la anulación de las leyes de impunidad, y pidió una «verdad sin omisiones».
En otro tramo de su discurso, sostuvo que «la sangre derramada no se negocia» y que «ningún soldado pide perdón por haber defendido su Patria». Además, aclaró que los organizadores del acto no están “en contra de nadie”, y que no respaldan a los jefes militares de la dictadura.
Por su parte, Jorge Sacheri, titular de la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Argentina (ATVA) arremetió contra la casa Rosada al señalar: «Un gobierno que rompe la juridicidad para fomentar odios no ayuda. Un gobierno que incumple tratados internacionales, conspira contra la paz. No venimos a pedir revancha sino a postular concordia, unión y exclusión de la violencia».
La AVTA y la agrupación ‘Argentinos por la Memoria Completa’ convocaron el homenaje en el mismo lugar donde el pasado 24 de mayo se manifestaron unas 3.000 personas por un motivo similar, que derivó en la sanción de militares uniformados.