Una nueva tragedia para el judaísmo

El Estado de Israel actual como recurso estratégico para las extremas derechas

El ataque de Hamas el 7 de octubre y la posterior respuesta israelí, han provocado el establecimiento en el escenario mediático nacional e internacional, de un relato que, despojado de alusiones al Holocausto, a la historia del pueblo de Israel y al antisemitismo, se está volviendo hegemónico. En este relato, Israel aparece como el brazo ejecutor del poder occidental con el cual se identifican las nuevas extremas derechas de diferentes partes del mundo, particularmente el gobierno de Javier Milei y sus medios afines. En este sentido, a partir de la recurrencia de la prensa favorable al gobierno de Milei, se ha convertido a Israel en un significante vacío utilizado arbitrariamente por estas derechas radicales para promover sociedades militarizadas y conservadoras.
Por Ana Wortman

Si bien no es un fenómeno nuevo[1], se ha construido tanto en Europa como en América Latina, particularmente en Chile, Brasil y Argentina, un sentido común sobre el conflicto de Medio Oriente en el cual las luchas de países árabes y, en ese marco, Gaza /Palestina, expresan la resistencia al imperialismo, al poder colonial, y más recientemente, se asocian a la lucha de los trabajadores oprimidos. En ese relato, Israel se convierte en un brazo ejecutor del poder occidental, principalmente de los EE.UU. y en consecuencia de los paises de la OTAN, en una mirada del escenario internacional derivada de la Guerra Fría, post Segunda Guerra Mundial. 

En esa representación hay varios olvidos: no se alude al Holocausto, a la historia del pueblo judío, al legendario antisemitismo europeo, tampoco se reconoce al sionismo socialista ni la diversidad étnica, sexual, nacional, que atraviesa la sociedad israelí. Se ha construido un ángulo de percepción de la realidad que asocia a Israel con un mundo occidental de corte colonizador de las diversidades, concepto en desuso en general, desde una mirada maniquea de las relaciones internacionales lideradas por los EE.UU.

La identificación de las nuevas extremas derechas con el gobierno del Estado de Israel ha intervenido en el interés, más que en otros momentos significativos del histórico conflicto de Medio Oriente, por el actual conflicto entre la Franja de Gaza, Palestina y el Estado de Israel, por parte de la política mundial actual, movimientos sociales y diversos colectivos para construir un nuevo relato de las tensiones contemporáneas.

El escenario mediático nacional e internacional

Si bien el sistema informativo nacional argentino no se caracteriza por prestar atención a noticias internacionales, excepto en escasos programas especiales o el clásico canal de noticias de cable, Canal 26[2], lo poco que se transmite es una selección de imágenes, titulares de ataques de uno y otro en Medio Oriente, en las cuales se pretende resaltar cierta inhumanidad del ejército israelí y especialmente una esencia militarista de corte colonial del Estado de Israel, sin ninguna reflexión ni editorial acerca de lo que muestran las imágenes.

Desde agosto del 2022 hasta octubre del 2023, la escena mediática internacional estuvo atravesada por la invasión de Rusia a Ucrania, la cual se tiende a interpretar en términos de posicionamientos anteriores de uno y otro lado, dado cierto desconocimiento de la geopolítica actual.  Había un consenso, nuevamente, de sentido común, de cuestionar a Rusia en dicho ataque, debido a la evidente disparidad de fuerzas de uno y otro país.  Pero la alusión ideológica del presidente Putin a identificar el gobierno de Ucrania con el neo nazismo[3] alcanza para darle legitimidad al ataque en cierto imaginario progresista y, en particular, en los países que -en el escenario geopolítico actual- se identifican con China y Rusia. Tambien se aludía a su vinculación con los EE.UU. y su relacion con la OTAN.  Esta composición ideológica sirve de base a las izquierdas mundiales para generar una adhesión acrítica de gobiernos y partidos denominados de izquierda en América Latina al ataque ruso.

Sin embargo, en términos de relaciones internacionales, dicho ataque no generó los consensos esperados por los rusos, tampoco alcanzó para ratificar los argumentos de Putin en el espacio político europeo. Paralelamente, el ataque sorpresivo del grupo Hamas -que gobierna la Franja de Gaza- a Israel el 7 de octubre de 2023 desvió la atención mundial a la recreación de un viejo conflicto, pero esta vez con más fuerza que en otras oportunidades. En este punto nos parece muy importante señalar la intensidad de la circulación de información a través de las redes sociales, elemento que no existía en conflictos significativos anteriores como la Guerra de los Seis días en 1967, la Guerra de Yom Kipur en 1973, etc.

A pesar de la gravedad que implica la toma de rehenes, violaciones de mujeres y asesinatos en kibutz, y el asesinato de jóvenes no armados, a modo de un pogrom y en el contexto de una fiesta, en la conformación imaginaria del conflicto el significante 7 de octubre desaparece de la argumentación acerca de cómo se conoce en el mundo lo que está ocurriendo en la región. Así se configura un relato hegemónico que atraviesa la mayoría de los medios de comunicación e informativos mundiales, con leves matices, centrándose en la cuestión de los territorios ocupados por Israel, cuestión que no ocurre precisamente con la Franja de Gaza desde 2005. 

Lamentablemente, el 7 de octubre quedó como acontecimiento trágico en los noticieros de cable que apoyan al presidente argentino de derecha radical Javier Milei. Asi es como podemos observar la utilización de la bandera de Israel en varios noticieros, tanto en escritorios o como imagen de fondo.

Paralelamente, el relato, la propaganda, las consignas de las movilizaciones en apoyo a la lucha del pueblo palestino y en otras -como por ejemplo la movilización por el día de la mujer- presentan esta causa como una especie de adalid de la clase trabajadora, donde se depositan toda una serie de ideales progresistas muy lejos de las pretensiones del grupo Hamas. El imaginario en torno a esta organización la sitúa como un grupo guerrillero, al estilo de las guerrillas latinoamericanas, con aspiraciones de transformación de la realidad social. En el marco de ese imaginario inventado se reivindica una Palestina, laica, socialista: pura fantasía. 

Nos preguntamos: Hamas ¿lucha por el socialismo? ¿Hamas es laica? Por el contrario, la intención de Hamas es la destrucción del Estado de Israel y la no presencia de judíos en la región, utilizando la religión islámica como instrumento político de guerra. Desde esa mirada el Estado de Israel y en particular sus habitantes, ocupan ilegítimamente un territorio que suponen propio de los árabes.

Un relato negador del problema de Hamas

En relación al conflicto de Medio Oriente, las agencias internacionales que producen información en español tienen una posición bastante similar. Podemos advertir diferencias entre France 24, Euronews con cierta pretensión de objetividad, a diferencia DW en español y RTVE, que reproducen la postura anti Estado de Israel sin cuestionar en alguna dimensión al grupo terrorista Hamas. 

Asimismo, el 7 de octubre es recuperado por el sionismo progresista, que para las organizaciones de izquierda no existe. En estas organizaciones, el sionismo siempre es de derecha, colonizador, imperialista y aparece como un enemigo que hay que destruir. Notablemente repiten el discurso de Hamas acerca de considerar el Estado de Israel como un intruso en la región. Si durante 24 horas, vemos imágenes de destrucción, niños muertos y madres desesperadas que retransmiten los noticieros argentinos y latinoamericanos: ¿cómo no solidarizarse con el hambre, la muerte de madres e hijos pidiendo ayuda? ¿Sabemos realmente cuantos muertos hay, podemos conocer un acontecimiento a partir de imágenes?

La apropiación de las derechas, y en particular del gobierno de derecha de Milei, de un Israel militarizado, conduce a la oposición a construir un relato negador del problema de Hamas. El uso pragmático de la adhesión al modo en cómo el actual gobierno israelí se posiciona en el mundo lleva a la prensa internacional que circula en la Argentina y en América Latina a desconocer la complejidad de la tragedia. Periodistas identificados con la política de centro derecha y extrema derecha actualmente en nuestro país aluden a Israel como adalid de la lucha contra el terrorismo. Israel aparece como ejemplo a seguir por los gobiernos de derecha que tienen que enfrentar algún enemigo que atenta contra la seguridad territorial (narcotráfico, delincuencia). Trágicamente, a partir de la recurrencia de la prensa favorable al gobierno de Milei, se ha convertido a Israel en un significante vacío utilizado arbitrariamente por estas derechas radicales para promover sociedades militarizadas y conservadoras. Se ha creado un Israel congelado sin judaísmo, vacío, sin la historia de su pueblo y su cultura.


[1] Como investiga el historiador Emmanuel Kahan, la identificación de las organizaciones guerrilleras latinoamericanas y de otras latitudes, en particular del Sur Global, con la acción terrorista de Hamas y Hezbollah, la identificación con las acciones que provienen de Palestina por parte del progresismo, movimientos populares y la izquierda en general se construye hacia fines de los años sesenta y setenta a partir de la identificación con la OLP.

[2] Que se sostiene con reportes de agencias internacionales y canales europeos como Euronews y DW en español, sin análisis ni editorial periodística.

[3] Es notable la actualidad y la presencia en la memoria de los europeos, que tiene en el escenario del Norte Global el horror de la Segunda Guerra Mundial, la cual se expresa también en la producción cultural y en las películas ganadoras del Oscar 2024, Oppenheimer y Zona de Interés, referidas al impacto de la bomba atómica y al Holocausto.