Israel:

Olmert rechaza pedido de suspensión de obras en el Monte del Templo

La oficina del Primer Ministro israelí Ehud Olmert rechazó –este jueves 8 de febrero- una iniciativa del ministro de Defensa, Amir Peretz, para detener las controvertidas obras en las afueras del Monte del Templo por las tensiones que están creando en el mundo árabe.

En la carta que envió a Olmert el pasado miércoles 7, Peretz adhirió a la opinión del general en la reserva Amos Guilad, jefe de la oficina político-militar del Ministerio de Defensa, que advierte que la construcción está generando un daño considerable y que las protestas de la comunidad musulmana por su causa podrían empeorar la situación de seguridad del país.
El subsecretario de Defensa israelí, Ephraim Sneh, dijo que el ministro de la cartera no solicitó a Olmert la detención de la obra sino la reevaluación de la excavación.
«(Peretz) No pidió que se detuvieran los trabajos,» dijo Sneh. «El solicitó una discusión para reconsiderar (el tema).»
«Nuestro problema con los trabajos en el Monte del Templo (…) es su efecto sobre nuestras relaciones con elementos importantes, moderados en la comunidad musulmana, que están muy molestos con esto,» dijo Sneh a la radio Israel.
La oficina de Olmert respondió a la carta que «una reexaminación completa del asunto revelaría que nada sobre el trabajo en curso dañará a nadie y no hay verdad en los reclamos contra las labores.»
Israel comenzó el martes 6 la construcción de un nuevo camino desde la plaza del Muro de los Lamentos, que se encuentra a los pies del Monte del Templo (Al Haram al Sharif para los musulmanes), hasta el elevado recinto. El camino debe reemplazar a otro que se derrumbó en 2004, por daños causados por la lluvia y un ligero sismo. Desde entonces, se había venido empleando un puente de madera.
El Monte del Templo es considerado sagrado tanto por judíos -que sitúan allí su bíblico templo- como por musulmanes, que creen que marca el lugar desde donde el Profeta Mahoma ascendió a los cielos y que se ha convertido en su tercer lugar de peregrinaje más importante.
Las obras han provocado indignadas protestas de todas partes del mundo árabe. El presidente palestino, Mahmud Abbas, afirmó que el objetivo de Israel con la construcción es «cambiar la identidad del lugar y judaizarlo». Cientos de árabes se congregaron este jueves 8 en la puerta de Mugrabi en la Ciudad Vieja de Jerusalem para protestar por la construcción. Aducen que Israel pretende dañar la mezquita de Al Aqsa.
El gobierno jordano, que administraba el recinto -donde se encuentra la mezquita- hasta la Guerra de los Seis Días de 1967, llamó el miércoles a la comunidad internacional a presionar a Israel para que «detenga de inmediato» las obras.
Israel insiste en que las obras tienen lugar fuera del recinto. Su ministra del Exterior, Tzipi Livni, criticó el pasado miércoles a los «elementos irresponsables que saben perfectamente que no se está causando daño alguno a ningún lugar sagrado y que están explotando la democracia israelí para alentar sentimientos religiosos con el fin de sacar provecho político».