Roland Joseph Charles Sultan (68) y su esposa, Ronit Tal Rudman, fueron asesinados por terroristas de Hamas en su hogar del kibutz Holit el 7 de octubre. Dejaron atrás a sus hijos, Adam y Tom; dos nietos; la madre de Ronit, Sara; la hermana de Roland, Nathalie; y otros parientes.
Su nuera, Nir Caspi Sultan, relató a la revista LaIshá que Ronit les escribió un mensaje de texto a las 7:56 de la mañana del día de su muerte, diciendo “Cuídense”, agregando un minuto después “Los amo”. Diez minutos después, le escribió a una amiga informándole que los terroristas “están en la puerta de la casa, intentando entrar”. Ese fue el último mensaje que se le conoce.
La pareja es parte del grupo de 15 residentes del pequeño kibutz asesinados por Hamas ese día. Fueron enterrados en Ashdod el 19 de octubre.
Roland nació en Túnez y migró a Francia en su adolescencia, para luego hacer aliá a Israel años después. Ronit nació en Israel en una familia de padres argentinos, que regresaron a nuestro país cuando ella era pequeña. Ella luego regresó sola a Israel a los 18 años con un grupo de Hashomer Hatzair. Tras conocerse en el kibutz Kerem Shalom (también en los alrededores de Gaza), se casaron y tuvieron dos hijos. La familia luego pasó cuatro años viviendo en Argentina, tras lo cual regresaron a Israel y se integraron al kibutz Holit. A pesar de que sus lenguas natales eran el francés y el castellano, criaron a sus hijos en hebreo.

Roland trabajó durante muchos años como secretario del kibutz Holit, hasta jubilarse menos de un año antes de su asesinato. Yoav Bukay, quien lo reemplazó en ese rol, relató que Roland “sabía hasta el mínimo detalle de Holit”. Cuando hicieron la transición en diciembre de 2022, Yoav le preguntó a Roland si quería más tiempo para cerrar temas: “Roland me dijo que hacía tiempo estaba esperando jubilarse. Explicó que tenía muchos proyectos pendientes y que necesitaba un descanso de sus múltiples actividades en el kibutz. Por eso, se jubiló y empezó a ocuparse de renovar la casa”.
Ronit trabajó la mayoría de su vida en educación inicial, y en los últimos años decidió volver al mundo académico, comenzando una licenciatura en Mijlelet Sapir a sus 40 años. Al momento de su asesinato, llevaba cinco años haciendo su doctorado en la Universidad Ben Gurión en Beer Sheva, investigando la función del arte como protesta durante la última dictadura militar argentina. La profesora Ronit Milano, su directora de tesis, le dijo a la revista Globes que Ronit “había comenzado sus estudios desde cero hasta convertirse en una excelente investigadora. Todos buscaban sus consejos. Tanto en la shivá como en el entierro, sus hijos relataron lo feliz que la hacía su investigación”. Daba clases también en Mijlelet Sapir. La doctora Inbal Ben-Asher Gitler la describió ante LaIshá como “una docente súper talentosa y dedicada, que le dedicaba tiempo a todos sus estudiantes. Tenía planeado enseñar su primer curso ya con su título doctoral en el verano, en el departamento de Comunicación, sobre la ética y la cultura visual. Estaba tan entusiasmada”.
Su nuera, Nir, describió a Roland como “un poco travieso, y sabía siempre decir algo para romper el hielo. Le importaban mucho los demás y era difícil no quererlo”. Ronit “era práctica, pero siempre intentaba aliviar las cosas y afirmar que todo iba a estar bien”. La pareja “siempre se cuidaba y se complementaba entre sí. Nunca se los veía pelear ni discutir. Amaban mucho a sus hijos y nietos. Si yo alguna vez les expresaba alguna dificultad, inmediatamente se ofrecían a ayudar”.