Se unifica el campo progresista israelí

Bajo el liderazgo de Yair Golán, nace el partido israelí “Los demócratas”

El 30 de junio, se anunció una importante transformación en el campo demócrata-progresista dentro de Israel: se firmó un acuerdo de unificación de los partidos Meretz y Avodá (Laborista). El nuevo partido se llamará “Los demócratas” y estará encabezado por Yair Golán, exparlamentario por Meretz (2019-2022) y ex Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel.
Por Kevin Ary Levin

En el comunicado a la prensa, publicado tras una reunión entre las comitivas de ambos partidos, liderada por Golán (que se afilió recientemente al Laborismo y ganó por abrumadora mayoría las primarias de ese partido en mayo de este año, prometiendo la unificación) y por Tomer Reznik (secretario general de Meretz) se aclaró que esta unión no se trata de un bloque técnico -como ambos partidos tuvieron en el pasado- sino de la creación de un nuevo partido unificado. El acuerdo establece también que, para las primeras elecciones conjuntas, como mínimo, uno de cada cuatro candidatos sea originario de Meretz, y que este piso de 25% sea respetado también dentro de las entidades del nuevo partido. Según lo pactado, la unificación se verá reflejada también en la representación municipal de cada partido, aunque permanecerán independientes en su representación ante la Histadrut (la CGT israelí) y las instituciones nacionales (como la Organización Sionista Mundial y la Agencia Judía). El pacto fue luego ratificado por abrumadora mayoría en los órganos internos de cada partido.

Este acuerdo marca el comienzo un nuevo capítulo para dos partidos que son fundacionales dentro de Israel, a través de sus antecesores: por el lado de Meretz, el partido Mapam, liderado por Meir Yaari y Yaakov Hazán y vinculado a Hashomer Hatzair; por el lado de Avodá, el partido Mapai, de Ben Gurion, Golda Meir y otros, el cual ostentó un lugar hegemónico dentro de la política israelí durante sus primeros 30 años.

Son múltiples los factores que motivan esta unificación: en primer lugar, no puede ignorarse el proceso de debilitamiento electoral de la izquierda israelí durante las últimas dos décadas. En las últimas elecciones israelíes, en noviembre de 2022, Meretz por primera vez no pudo pasar el mínimo necesario para ingresar al Parlamento (3,25% de los votos), mientras que Avodá lo consiguió por muy poco, obteniendo 3,69%, por los cuales recibió 4 escaños dentro del actual Parlamento israelí. La mayoría de las encuestas de los últimos meses, previas al ascenso de Golán como líder del Laborismo, indicaban que -de ocurrir ahora las elecciones- esta situación quedaría invertida, ingresando nuevamente Meretz al Parlamento, pero quedando Avodá afuera. Esto indicaba que la división de votos tan cerca del umbral electoral se traducía en una pérdida de votos netos para la izquierda y para el bloque anti-Netanyahu, conformado en los últimos años no sólo por partidos progresistas, sino también por la derecha anti-Netanyahu, con referentes como Benny Gantz y Avigdor Liberman. Ya de cara a las últimas elecciones, y frente al peligro de que esto favoreciera la reelección de Netanyahu, había habido tratativas dirigidas a presentarse de forma conjunta en las elecciones, que fueron rechazadas por la entonces líder del Laborismo, Merav Mijaeli.

Yair Golán.

Expresión del movimiento de protesta

Otro factor que motiva la unificación se vincula a las transformaciones dentro del campo progresista israelí, particularmente la movilización que comenzó en enero de 2023 frente al proyecto de golpe institucional contra la Corte Suprema y la separación de poderes que el actual gobierno israelí presentó como “reforma judicial”. Durante las últimas semanas, las protestas revivieron con gran convocatoria, tras las banderas del llamado a elecciones inmediatas, un acuerdo que permita la liberación de los secuestrados en Gaza hace ya más de nueve meses y que Netanyahu y sus aliados asuman su responsabilidad por los errores del 7 de octubre y la falta de una estrategia clara en la guerra contra Hamás. La esperanza es que el nuevo partido se constituya como la representación política de la revitalizada sociedad civil israelí y el movimiento de protesta, consolidándose como una opción electoral atractiva para todo el público que se vea movilizado por los avances fascistas, mesiánicos y antidemocráticos del actual gobierno de Netanyahu, Smotrich, Ben-Gvir y sus aliados.

Por último, no debe ignorarse que otro elemento que posibilitó la unificación es la popularidad de Yair Golán a partir del 7 de octubre. Aquel sábado fatídico, Golán viajó con su vehículo particular y rescató -utilizando un arma entregada ese día por el Ejército- al hijo del periodista Nir Gontarz (que había acudido a las redes sociales para rogar que lo ayudaran) y a jóvenes escapados de la fiesta Nova. Golán emergió del 7 de octubre como uno de los héroes de uno de los días más dolorosos de la historia de Israel, junto al general retirado Noam Tibón (quien rescató a su hijo y a su familia del kibutz Najal Oz), Rajel Edri (que distrajo a los terroristas en Ofakim sirviéndoles café y galletitas), Inbal Rabin-Liberman (que advirtió a sus vecinos del kibutz Nir Am de la invasión) y algunos más. Se espera que la popularidad de Golán tras el 7 de octubre, sus demostradas credenciales en términos de seguridad y sus llamados a renovar el discurso de la izquierda en este nuevo contexto permitan atraer a exvotantes y a nuevos votantes a la izquierda.

El sitio web del nuevo partido enumera los puntos principales de su plataforma ideológica: una visión realista de seguridad (que incluye la fórmula de Dos Estados para Dos Pueblos y la consolidación de fronteras seguras para el país), la defensa de un régimen democrático liberal (entendido como separación de poderes, formulación de una constitución, independencia judicial, libertad de expresión, igualdad entre ciudadanos y rechazo al proyecto de reforma judicial del actual gobierno, entre otros aspectos), la defensa de Israel como Estado judío y democrático (entendido como la realización del derecho nacional judío a la autodeterminación, rechazando la coerción religiosa, defendiendo la diversidad de expresiones judías y abogando por la separación de Estado y religión, así como resguardando los derechos y la igualdad ciudadana de los miembros de otras comunidades), la solidaridad y la igualdad.

Las últimas encuestas muestran un aumento considerable de hipotéticos votantes por el nuevo partido, indicando que, en caso de que haya elecciones hoy, la fórmula encabezada por Yair Golán recibiría 9 o 10 escaños de los 120 que tiene el Parlamento israelí. De esta forma, podría constituirse como quinta fuerza electoral, lejos de poder acceder a los máximos lugares de toma de decisión, aunque con peso propio suficiente como para poder influenciar una coalición gubernamental desde adentro. Resta por ver cómo estos números iniciales evolucionan una vez que se forme una lista específica de candidatos y Golán designe (siguiendo el acuerdo de coalición) a un segundo dirigente que actuará como la otra cara principal del partido. Las elecciones en Israel deberían ocurrir, si el gobierno actual sobrevive cuatro años, a fines de 2026, pero es muy probable que los comicios lleguen antes por fragmentaciones dentro de la propia coalición y mientras se fortalece el reclamo dentro de la sociedad israelí de un necesario recambio político.