A través de los testimonios de sus descendientes y también de exclusivo material de archivo, como también de alumnos, compañeros músicos que trabajaron con ellos, se constituye una excepcional descripción que nos revela cómo estos músicos aportaron a la cultura musical argentina a través no solo de su talento, sino del arraigo y el amor por el suelo que les dio acogida. ¿Cuál sería la razón por la que más de 100 músicos del centro y este de Europa se vieron obligados a migrar durante el nazismo? Uno podría entender, si la persecución es algo entendible, que se persiga a actores y actrices, intelectuales, académicos, escritores, directores de cine, pintores, a aquellos en que su quehacer incluye la palabra y la imagen. Pero, ¿por qué un músico se convierte en un enemigo?, ¿por qué para el nazismo se vuelve peligroso y alguien a quien silenciar y aniquilar? La condición de ser judío es la causa determinante de la expulsión, prohibición de un sujeto que con su instrumento produce sonidos.
El documental revela dos cuestiones muy relevantes. La primera, una extensa investigación sobre la presencia de músicos europeos, particularmente provenientes de Austria, perseguidos por el nazismo entre 1933 y 1945. Se trata de la tesis doctoral de Silvia Glocer la cual fue presentada en la Universidad Nacional de La Plata y forma parte de un libro publicado por Gourmet ediciones. La investigación resalta el importante caudal de músicos que llegaron a la Argentina y en particular a Buenos Aires en ese periodo de dominio europeo por el nazismo, lo que obligaba a los músicos a emigrar por su condición de judíos. Los relatos transmitidos a través de la herencia musical, ya que los músicos no viven ya, dan cuenta de una vastísima cultura musical, generalmente vanguardista, que llegó a nuestras tierras y contribuyó al desarrollo musical en diversos planos de producción. Se habla de ejecutantes, compositores, directores de orquesta, cantantes y coreógrafos.
En el primer caso, los músicos exiliados pasan a integrar orquestas, tienen una extensa formación en música académica, algunos de ellos en música académica contemporánea. Son violinistas, pianistas. También participan en la denominada “música popular” como el jazz y el swing imperantes en los años 30 y 40. Es decir que había músicos que tenían las dos vetas, académica y popular, y participaban como tales en orquestas en las cuales se bailaba en pareja animando diversas fiestas sociales. Intervienen en la renovación de la danza moderna y se vinculan con lo que Patricia Stokoe dio en llamar “expresión corporal”, generando variantes en la estricta formación de la danza moderna a través del Collegium Musicum, creado por un músico exilado como Guillermo Graetzer. Esta intensa presencia no debe soslayar que lamentablemente hubo varias expresiones antisemitas en la Argentina a lo largo del siglo XX. Sin embargo, y a pesar de varios funcionarios nacionalistas que desconfiaban de esta migración, este país fue el que más refugiados del nazismo albergó. Aunque debe señalarse que varios de ellos lo hicieron ilegalmente. Desde 1928 el país recibió alrededor de 45.000 judíos europeos, de los cuales probablemente la mitad ingresó de manera ilegal.
En relación a la singularidad de la sociedad y el Estado argentino, en el documental se destacan instituciones y formaciones culturales que se imbricaron con este nuevo aporte. La presencia del Teatro Colón, las radios y el Centro Cultural Kirchner, denominado por el actual gobierno Palacio Libertad, aparecen como espacios públicos que forman parte del patrimonio nacional, los cuales han potenciado la divulgación de la música. Las radios constituyeron un medio de comunicación de fuerte alcance en el plano de la democratización cultural. En el documental se menciona en varias oportunidades a Radio El Mundo, que tuvo un lugar destacado en la radiofonía nacional, poseía una orquesta estable y los porteños podían ir a escuchar a los músicos en sus estudios. También se menciona Radio Splendid en la misma dirección. En ambos casos fueron difusoras significativas de la música a una población que se integraba y ascendía socialmente. Ambas dieron lugar a la integración de estos músicos.
El documental también da cuenta de homenajes recientes a los músicos del exilio nazi, donde lo judío se expresaba a través de los violinistas. Estos músicos fueron vanguardistas en muchos casos y formadores de generaciones de músicos. Debe señalarse la calidad de la producción fílmica y el dinamismo del documental al contar esta historia. Es una excelente conjunción de realización cinematográfica e investigación, en registro de cine.
Aún no pasaron 100 años de esa siniestra catástrofe humanitaria que fue la Segunda Guerra Mundial y en la Argentina el gobierno de derecha conservadora que actualmente gobierna el país y dice ser judío, a la vez desconfía profundamente de la cultura y el arte a través de su violento desfinanciamiento. Pero esto ya es otra historia.