«En el pasado hablé de la necesidad de hacer concesiones dolorosas y está claro que en el futuro no vamos a estar en todos los lugares en los que estamos ahora», ha dicho Sharón en un encuentro anual con los editores de medios de comunicación israelíes que, tradicionalmente, coincide con el aniversario de la resolución de partición de Palestina en la ONU, en noviembre de 1947.
Sharón anunciará, próximamente, su plan de «medidas unilaterales» y ha dicho que no puede «comprometerse» en la posible evacuación de asentamientos judíos en Cisjordania y Gaza.
Respecto al de Netzarim, en el corazón de la franja de Gaza y cuya continuidad ha sido criticada recientemente por el riesgo que supone para los soldados que lo protegen, el Primer Ministro aseveró que «su destino es equivalente al de Tel Aviv».
Añade que aunque no puede garantizar el futuro de ningún asentamiento, los primeros en evacuar serán «los construidos para provocar al Gobierno», los llamados «enclaves ilegales» o construidos por los colonos más radicales desde hace dos años y medio sin la autorización del Ejecutivo israelí. Hasta ahora, Israel ha evacuado una veintena de esas «mini-colonias», aunque en más de la mitad de los casos los colonos han vuelto a ellas.
Ariel Sharón condiciona toda sus iniciativas, así como la aplicación del “Mapa de Rutas», a que el Gobierno palestino de Abú Alá dé pasos concretos para aplicar el documento aprobado por el Cuarteto de Madrid.
El primer ministro israelí insiste en que tiene un plan de paz y que está ultimando sus detalles para presentarlo a Abu Alá en la entrevista que sus oficinas están gestionando estos días.
«Hay muchas ideas, todas ellas basadas en el “Mapa de Rutas”, pero los palestinos deben cumplir sus compromisos de Aqaba (Jordania)», agregaba sin dar más detalles.