Los Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA venimos luchando desde hace más de nueve años con un objeto preciso y claro que, permanentemente, guió nuestro accionar: Justicia y Memoria.
Durante ese tiempo, como es de público conocimiento, existieron coincidencias y disidencias con las demás querellas que actúan en esta causa, que incluyó distintas formas de opinión entre Familiares y DAIA con referencia al rol desempeñado por los poderes públicos.
Todos tuvimos aciertos y errores, lo cual es lógico y razonable. Solo no se equivoca quién no hace, y el no hacer y no luchar por saber quiénes fueron los asesinos y sus cómplices es la peor equivocación que se puede cometer.
Los Familiares no nos creemos los dueños de toda la verdad y por eso buscamos no caer en la tentación de transformarnos en fiscales de las conductas de las demás querellas. No somos soberbios, asumimos nuestros errores e intentamos no repetirlos.
Pero en este último tiempo observamos que la conducción de la DAIA tuvo gestos y actitudes que, en nuestra opinión, fueron torpes, equivocadas y expresadas fuera de tiempo y lugar.
No entendemos por qué el comunicado expresando la opinión de la DAIA sobre la visita del Presidente de la Nación a los Estados Unidos fue difundido en Washington y no en Buenos Aires con la debida anticipación, como correspondía.
No entendemos por qué a las pocas horas fue “aclarado” y parcialmente rectificado.
No entendemos por qué la opinión de la DAIA no le fue expresada al señor Presidente en persona, cuando existió la oportunidad de hacerlo.
Queremos que quede en claro, esto no es en defensa del señor Presidente que sabe claramente, porque se lo dijimos, que hay cosas que el Gobierno está haciendo y cuyos resultados no son satisfactorios hasta el momento. Que hay que mejorar.
También queremos recordar que los Familiares le dijimos al señor Presidente el 18 de Julio de 2003 que si hace lo que deber hacer, solo va a cumplir con su obligación.
Consideramos que la dirigencia de la DAIA ha tomado un camino equivocado que debe ser rectificado.
Consideramos que las actitudes de sus dirigentes hacen que la DAIA vaya camino de perder totalmente la representatividad política de la comunidad, que dice ejercer.
Señores directivos de DAIA, con estas actitudes ustedes no representan a nadie, ni a ustedes mismos…