
Internacionalicemos la paz
Desde la memoria de un padre que temía ir a la sinagoga hasta el miedo contemporáneo de un hijo en Barcelona, este testimonio revela cómo el odio y la banalización del conflicto israelí-palestino han reavivado el antisemitismo en Europa. Frente a la violencia y la confusión moral, el texto apela a la empatía y al compromiso colectivo: no se trata de elegir bandos, sino de defender la vida, el diálogo y la coexistencia. No internacionalicemos la Intifada; internacionalicemos la paz.