Se acostumbra preparar alimentos lácteos, hábito interpretado como recuerdo de la premura con la cual el pueblo recibió la Torá, en condiciones que no facilitaron tratar la carne.
En muchos kibutzim se sirven cenas en base a variadas tablas de quesos israelíes y vino blanco.
La recepción de la ley mosaica y el compromiso con su legado histórico, vinculados a esta fecha y al proceso de liberación de la esclavitud y camino a su tierra, son elementos esenciales de Shavuot, que el sionismo moderno asumió como parte del acervo cultural básico de la judeidad y el regreso a Sión.
En los kibutzim y las aldeas agrícolas de Israel se rescata la producción campesina -los primeros frutos, ‘bikurim’- y la recuperación del contacto con la naturaleza y el trabajo creador luego de veinte siglos de destierro y dispersión.
Por la noche, en sinagogas y centros culturales, se realizan veladas de estudio hasta la mañana siguiente, discutiendo, al estilo talmúdico, el sentido actual de la festividad que caracteriza al mes de Siván.