El relevo realizado por Kirchner incluye al jefe de la Fuerza Aérea brigadier general Carlos Rhode y a varios de sus más inmediatos colaboradores.
La medida fue tomada horas después de que Kirchner dispusiese la intervención de la Policía Aeronáutica Nacional (PAN).
El escándalo estalló al conocerse que había sido descubierto un cuantioso contrabando de cocaína a España, que se realizó a través de una línea aérea privada sin ser detectado por los controles del Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
En septiembre pasado, aparecieron cuatro valijas que llegaron al aeropuerto madrileño de Barajas a bordo de un avión de la empresa privada Southern Winds, de capitales argentinos y beneficiaria de un aporte del Estado adjudicado a la provisión de combustible.
Las valijas no fueron retiradas en Barajas por lo que siguieron girando en la cinta transportadora de equipajes, hasta que las autoridades españolas detectaron esta anomalía, las abrieron y comprobaron que contenían 60 kilos de cocaína.
El juez en lo penal Carlos Liporace, a cargo de la causa, dispuso la detención de dos ejecutivos de Southern Winds y pidió la captura de Walter Beltrame, prófugo varios días pero que -finalmente- se entregó a la justicia.
Beltrame es hijo del comodoro (coronel) de la Fuerza Aérea Alberto Beltrame, a cargo del Aeropuerto de Ezeiza hasta que fue relevado hace pocas semanas.
Las valijas con la droga viajaron como equipaje no acompañado, lo cual está prohibido por los reglamentos. Se estima que su contenido no fue detectado por los controles de Ezeiza, o bien que fueron llevados al avión sin pasar por ellos.
