EE.UU.

Ron DeSantis y la Consolidación Neofascista

Miembros de la extrema derecha neofascista han demostrado su respaldo al gobernador y pre-candidato republicano Ron DeSantis en su disputa contra la corporación Disney. Más importante y preocupante aún, es la relación estrecha que ha desarrollado DeSantis con grupos de la derecha extrema, los cuales han sido envalentonados por su discurso y su política xenófoba, discriminatoria, homofóbica, y racista. Cuando la xenofobia llega al poder, aunque la retórica y las acciones no estén inmediata o directamente dirigidas contra los judíos, debemos alarmarnos. No sólo porque nuestra historia así lo exige, sino también porque tarde o temprano pagaremos las consecuencias.
Por Sebastián Sclofsky

Pocos días atrás, un pequeño pero importante grupo de neonazis realizó una protesta a la entrada de Disney World en Orlando, Florida[i]. Izando banderas con esvásticas y simbología nazi, junto a carteles en apoyo al gobernador y pre-candidato republicano, Ron DeSantis, miembros de la extrema derecha neofascista demostraron su respaldo al gobernador en su disputa contra la corporación Disney[ii]. Más importante y preocupante aún, es la relación estrecha que ha desarrollado DeSantis con grupos de la derecha extrema, los cuales han sido envalentonados por su discurso y su política xenófoba, discriminatoria, homofóbica, y racista.

El contexto de la lucha contra Disney se basa, por un lado, en el hecho de que Disney goza de un estatus especial en Florida que le permite actuar en el territorio que se encuentra en forma autónoma del gobierno estatal y, entre otras cosas, está exenta de la mayoría de los impuestos que el Estado cobra. La disputa comenzó cuando DeSantis cuestionó el estatus especial al asumir como gobernador. El conflicto se agravó luego de que el estado de Florida, ante la iniciativa de DeSantis, aprobara una ley anti-LGBTQ, conocida como la ley “no digas gay”[iii]. Disney reaccionó a la ley con una campaña pro-LGBTQ que profundizó el conflicto y puso a Disney en el foco de la derecha extrema.

Esta ley ha sido una de las muchas iniciativas del gobierno de DeSantis que, entre otras cosas, ha atacado al sistema educativo de la Florida, prohibiendo textos y cursos que analicen el pasado y presente racista de los Estados Unidos, o que eduquen hacia la inclusividad y diversidad. Recientemente, hasta ha censurado el uso de dos textos referentes al Holocausto[iv]. DeSantis también ha estado supuestamente involucrado en la expulsión forzosa de inmigrantes indocumentados, financiando con dinero público el transporte de inmigrantes desde Florida hacia ciudades declaradas como ciudades santuario[v], en supuesta violación a los derechos civiles establecidos en la Constitución.

Trump y las Primarias Republicanas

Uno de los objetivos de la virada neofascista de DeSantis es su campaña por ganar la candidatura republicana para las elecciones presidenciales del 2024. El principal precandidato republicano es el expresidente Donald Trump que cuenta, según las encuestas, con un 56% de apoyo. En segundo lugar, se ubica DeSantis con un 23%.

Ron DeSantis, gobernador de la Florida y pre-candidato republicano.

Gran parte de la base de apoyo de Trump ha sido la extrema derecha racista junto a los sectores más conservadores del movimiento evangélico. Es claro que la estrategia de DeSantis es quebrar con la hegemonía de Trump dentro de la extrema derecha. Para esto, ha desarrollado un discurso y una política anti-liberal y anti-intelectual, atacando a las instituciones educativas del Estado, especialmente al sistema universitario. El culto a la ignorancia y al ignorante, clásico del fascismo, ha sido central tanto para Trump como para DeSantis.

Es en este contexto que se inscribe la campaña -que ha llevado a cabo- de prohibición de textos críticos que hablen sobre el racismo, la xenofobia, o la homofobia existente en la sociedad estadounidense. Una campaña que ha exaltado un chauvinismo de supremacía blanca, acusando a todos los grupos no-blancos y no-heteros de ser responsables de la crisis socioeconómica y de la supuesta pérdida de valores estadounidenses.

El Tabú de la Desigualdad

Las profesoras Barbara y Karen Fields analizan, en su libro Racecraft, el surgimiento y la continuidad del racismo en los Estados Unidos. Las autoras demuestran cómo la conversación sobre desigualdad socioeconómica y las diferencias de clase es un tabú en los Estados Unidos. Todo discurso y análisis sobre desigualdad en este país es estudiado y debe ser entendido en términos raciales y étnicos. La clase social como categoría analítica es ignorada, y el análisis sobre la desigualdad económica pierde profundidad.

En el ámbito político esto generalmente ha dado lugar a un discurso sobre desigualdad que tiende a ignorar la economía política, y hace difícil producir un análisis profundo de los efectos que el capitalismo estadounidense ha tenido en la sociedad. Hablar de desigualdad económica es casi un tabú, y es rechazado por “comunismo” y anti-estadounidense. El límite que existe en el análisis y el entendimiento de la desigualdad, particularmente a nivel popular, ha abierto un espacio importante para la continuidad de los discursos racistas y xenófobos que culpan a los “otros” de los problemas sociales que uno sufre. El racismo, que precede al capitalismo, ha sido una herramienta ideológica fundamental en el desarrollo y mantenimiento del capitalismo, particularmente en Estados Unidos.

El ataque de DeSantis contra grupos minoritarios ha sido, entre otras cosas, un elemento central en el bloqueo a una crítica a un sistema socioeconómico que ha generado enormes niveles de desigualdad y concentración de la riqueza[vi]. Esta táctica, utilizada como herramienta política central por Trump, es ahora elegida por DeSantis, con importante éxito entre la pequeña burguesía, sectores blancos de la clase media, y algunos de los sectores más pobres de la población blanca. El argumento que Trump y DeSantis sostienen es que la crisis económica, el aumento del costo de vida, y los efectos de la concentración de riqueza, son producto de grupos liberales que ayudan a las comunidades no-blancas y no-heteras.

Los judíos: Directamente y de rebote la ligan

Desde la subida de Trump al poder hemos cubierto desde Nueva Sion el aumento del antisemitismo y los ataques contra judíos y comunidades judías en los Estados Unidos. Históricamente la amenaza mayor a la seguridad física y comunitaria judía siempre ha venido desde la derecha. Y aquí estamos viviendo un nuevo ejemplo.

Ya Trump no sólo había otorgado legitimidad a varios grupos neonazis y fascistas, sino que su gabinete incluía a varias personas que abiertamente expresaban una retórica xenófoba y antisemita. DeSantis ha continuado y profundizado este proceso. El aumento del poder político de las derechas, particularmente de las extremas derechas en el mundo, debe ser un elemento de enorme preocupación para los judíos. Y esto incluye a la extrema derecha xenófoba que ha consolidado su poder en Israel. Cuando la xenofobia llega al poder, aunque la retórica y las acciones no estén inmediata o directamente dirigidas contra los judíos, debemos alarmarnos. No sólo porque nuestra historia así lo exige, sino también porque tarde o temprano pagaremos las consecuencias.


[i] https://www.usatoday.com/story/news/nation/2023/06/11/videos-show-nazi-flags-desantis-sign-disney-world/70310731007/

[ii] https://www.theguardian.com/film/2023/may/09/disney-v-desantis-florida-lawsuit

[iii] https://www.npr.org/2022/03/28/1089221657/dont-say-gay-florida-desantis

[iv] https://www.timesofisrael.com/florida-rejects-holocaust-textbooks-for-falling-afoul-of-woke-education-ban/

[v] Las ciudades santuario son ciudades en las cuales las autoridades se niegan a colaborar con las autoridades y policías de inmigración en un intento de proteger a los inmigrantes indocumentados (https://www.cnn.com/2023/02/15/politics/florida-migrant-transportation-desantis-signs/index.html).

[vi] https://robertreich.org/post/666874177346797568