Estados Unidos:

El espacio prohibido

Un nuevo documento de política espacial de Estados Unidos considera la posibilidad de negar acceso al espacio a "adversarios" si se considera que éstos interfieren con sus intereses nacionales o de seguridad.

De esta manera, Estados Unidos rechaza de antemano iniciativas existentes para crear un tratado que ponga límites a las posibilidades de exploración espacial estadounidense.
Según el diario ‘The Washington Post’, el documento, divulgado a principios del mes de octubre en sustitución de otra normativa de política espacial nacional, también rechaza cualquier medida para prohibir armas espaciales, al tiempo que apoya el desarrollo de un sólido sector comercial espacial.
«La seguridad nacional de Estados Unidos depende en forma crítica de su capacidad espacial, y esta dependencia aumentará», indica el texto, impulsado por el gobierno del Presidente, George W. Bush, que ubica a la política espacial directamente en servicio de la seguridad nacional.
Según esta normativa, ya firmada por Bush, Estados Unidos reclama para sí el derecho de llevar acabo cualquier investigación, desarrollo «u otras actividades» en el espacio que considere convenientes para sus «intereses nacionales».
Esto incluye «negar a nuestros adversarios, en caso necesario, el uso de capacidades espaciales, lo cual puede ser considerado hostil».
El documento instruye al secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, a «desarrollar capacidades, planes y opciones para garantizar la libertad de acción en el espacio y, en caso de recibir la orden, de rechazar esa libertad de acción a los adversarios».
«La libertad de acción en el espacio es tan importante para Estados Unidos como el poder aéreo o marítimo», indica.
«Estados Unidos se opondrá al desarrollo de nuevos regímenes legales u otras restricciones que busquen prohibirle o limitarle el acceso o uso del espacio. Los propuestos acuerdos de control de armas o las restricciones no deben afectar el derecho de Estados Unidos de investigar, desarrollar, probar y realizar operaciones u otras actividades en el espacio por intereses nacionales», agrega.
Pero Washington busca fomentar el uso del espacio comercial «y hacer posible un dinámico sector espacial comercial interno», comprometiéndose a asistir al sector privado en ese sentido y a racionalizar la autorización de actividades espaciales comerciales.
En el nuevo documento, además, se habla de que la seguridad nacional estadounidense tendrá una «dependencia crítica» en sus capacidades espaciales.
Bush autorizó la nueva política espacial nacional el 31 de agosto, y el documento fue silenciosamente divulgado por la Casa Blanca el 6 de octubre.
Según el diario británico ‘The Independent’, el reclamo por el dominio del espacio de la administración Bush, en realidad, retoma la política hacia el espacio del gobierno de Bill Clinton, pero le agrega una retórica de línea dura.
«La administración Clinton abrió la puerta al desarrollo de armas espaciales, pero nunca hizo nada al respecto. La política de Bush quiere llegar más lejos», señaló Michael Krepon, del Centro Stimson, al ‘The Washington Post’.