Caso AMIA:

“La única verdad es la realidad”

Con esta frase terminaba todas las discusiones ideológicas y/o filosóficas un conocido dirigente argentino, cuyos restos yacen desde hace unas semanas en una quinta de San Vicente. Y esa realidad es a la que el autor se refiere en estas líneas. Vayamos desgranando por partes:

Por Roberto Frankenthal (Desde Alemania)

Mas allá de todas las barbaridades procesales y judiciales a las cuales nos tiene acostumbrados el Poder Judicial de la Argentina, hay un hecho que no deja de sorprender: la fiscalía actuante debe ser una de las pocas en el mundo que pide órdenes de captura de los autores ideológicos de un crimen antes de haber probado fehacientemente quiénes fueron los autores materiales. La Fiscalía alega conocer quiénes, cuándo, cómo y por qué se ordenó el crimen, pero no sabe ni quién ni cómo se lo cometió.

La dirigencia de la Comunidad Judía de la Argentina, que según sabemos es bastante poco representativa –basta mirar la encuesta publicada en Nueva Sion- aplaude este esperpento jurídico y hace lobby solicitando la ruptura de relaciones con Irán. Cabe preguntarse, entonces: ¿Esta dirigencia no se da cuenta o es que se sube a este ‘bondi’ porque la deja bien, de la misma manera que se subió al ‘bondi’ de Galeano en su momento?

Para que queden las cosas claras, no defendemos al régimen de Teherán. En Alemania, quien escribe estas líneas, conoce a demasiados refugiados iraníes, algunos de ellos hasta intervinieron en la revolución del ‘ 79, cuando se derrocó al Sha y se le abrió el campo a Khomeini y Cia., y hoy más de uno se arrepiente de ello. Pero… ¿cuáles son los intereses que representan la dirigencia comunitaria cuando pide la suspensión de las relaciones con Irán?
¿Cuál sería el provecho de una decisión de ese tipo para la Kehila (Comunidad) de la Argentina? ¿Avanzaría la Justicia en el esclarecimiento de los hechos? ¿Se beneficiarían los judíos de Argentina con esta ruptura?

Quien escribe, es de la opinión que la dirigencia de AMIA / DAIA está defendiendo en este momento (como lo ha hecho lamentablemente en otra etapa de la historia) intereses que no son los de los judíos de la Argentina. Si así fuese hubieran exigido, por ejemplo, la remoción del juez federal Bonadío por su nula predisposición a investigar la participación de Corach, Galeano y otros en el proceso de encubrimiento del atentado.

¿Es que nadie se ha dado cuenta, de que estas órdenes de captura son tan endebles, como las dictadas en su momento por Galeano? Si la justicia de Inglaterra, y de ultima el Gobierno de Inglaterra, no encontró cargos suficientes para extraditar en su momento a Soleimanpour, ¿por qué creen que ahora las cosas van a ser diferentes?

Irán está en el “banquillo de los acusados“, en buena parte por responsabilidad propia, pero también porque después del desastre de Irak, los Estados Unidos necesitan algún éxito en el Medio Oriente.
Ni Irán, ni Hezbollah, ni Hamas están en condiciones de poner en peligro la existencia de Israel o del pueblo judío.

La situación, al día de la fecha, parece ser la de un empate técnico: Argentina pide la captura de Rafsanjani y Cía, Irán pide la captura de Nisman y Cía. Y nadie va a capturar a nadie, ni nadie va extraditar a nadie.