El departamento del Tesoro estadounidense dispuso bloquear las actividades financieras que surjan de nueve personas y dos empresas de la Triple Frontera para, según argumentó, evitar de ese modo el financiamiento de la milicia shiíta Hezbollah.
Las dos firmas implicadas en la decisión del Tesoro son un centro comercial del lado paraguayo y una empresa de artículos electrónicos que funciona en su interior.
La gestión prohíbe toda transacción financiera con esas entidades, y congela las cuentas bancarias y todo activo financiero de ellas en Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses argumentaron que esas entidades facilitan apoyo logístico y financiero a Hezbollah.
Este accionar se enmarca en una legislación contra el financiamiento del terrorismo que repercute en la Argentina.
El Banco Central argentino actualiza periódicamente la lista de personas físicas y jurídicas a las que no se les permite realizar operaciones bancarias, en base a registros de presuntas vinculaciones con organizaciones terroristas, confeccionados por Estados Unidos y la Unión Europea.