El alcalde de Jerusalem, Uri Lupolianski, decidió suspender los trabajos “por la sensibilidad del plan y luego de reuniones y discusiones con representantes de la población árabe en Jerusalem Oriental que pidieron revisemos los proyectos y expresaron sus opiniones”, informó el diario israelí ‘Haaretz’ en Internet.
Sin embargo, los israelíes continuaron con las excavaciones arqueológicas que se realizaban en el lugar, pese a la oposición de las autoridades islámicas locales, informó el rabino Shmuel Rabinowitz, a cargo de las tareas, a la radio militar hebrea.
El rabino dijo que la decisión del alcalde sólo se refiere a la futura construcción de un nuevo puente de acceso a la Puerta de los Magrebíes, una estructura de acero de 200 metros de largo. Ese proyecto será examinado nuevamente y una comisión especial está dispuesta a escuchar eventuales objeciones al mismo, agregó.
Los trabajos arqueológicos, sostuvo, proseguirán en los próximos meses y serán filmados para difundirlos por Internet.
Fuentes municipales jerosolimitanas dijeron el domingo que la decisión sobre la construcción puede podría posponerse por meses, sin certeza de que se apruebe el plan al final.
La Explanada es considerado el tercer lugar santo del Islam, después de La Meca y Medina. Varias manifestaciones tuvieron lugar frente a las obras para pedir su suspensión que generaron enfrentamientos entre musulmanes y fuerzas de seguridad.
El sábado 10, la Liga Arabe condenó la construcción, a la que calificó como un «ataque criminal» y solicitó a Naciones Unidas que ejerza presiones sobre el gobierno de Israel para que suspenda las obras en el lugar, en curso desde el martes anterior.