Ben Ami, quien fuera también embajador israelí en España explicó que “la solución al conflicto árabe-israelí requiere de presiones e incentivos», aunque por ahora Estados Unidos no está ejerciendo esa presión, tanto por el peso del «lobby» judío, como por el gran apoyo del “lobby” cristiano que hay en ese país con respecto al Estado de Israel.
En referencia al presidente estadounidense, Barack Obama, destacó el hecho de que aún le quedan varios años de gestión para poder seguir trabajando en el tema del conflicto y por lo tanto intentar lograr un acuerdo que permita llegar a una solución pacífica.