Esta ciudad recibió una gran cantidad de proyectiles (casi uno por hora), entre ellos uno impactó directamente en una escuela provocando graves daños materiales, pero sin producir muertos ni heridos ya que la misma se encontraba cerrada por el receso de verano.
El sistema de defensa antimisiles Kipat Barzel (Iron Dome o Cúpula de Hierro) derribó un cohete Grad disparado contra Beer Sheva y tres que fueron dirigidos hacia Ashkelon, el resto presumiblemente cayó a campo abierto, en las afueras de la ciudad.
Desde anoche, la Fuerza Aérea israelí no responde a los ataques. El Comando de la Retaguardia, junto a intendentes y directivos de los consejos regionales de las áreas afectadas, anunció la cancelación de todos los eventos públicos, partidos de fútbol y espectáculos artísticos.
Una alta fuente de Jerusalén informó que se reunieron los ochos ministros más importantes del Gabinete para hablar sobre la escalada de violencia en el sur y se discutió la posibilidad de otro ataque militar contra las organizaciones terroristas en la franja de Gaza. Aunque también informaron que no serían partidarios de relizar una nueva versión de la «Operación Plomo Fundido».