Medio oriente

A ritmo febril se viene trabajando para que el 14 de noviembre próximo pueda realizarse el acto de inauguración oficial de la monumental construcción que estará destinada a recordar a Rabin.
Gobernantes y lideres políticos de antes y de hoy se harán presentes para testimoniar la importancia que ellos le adjudican al hecho y a la fecha.
Pero no todo el mundo está de acuerdo con las formas o contenidos que esa construcción ha tomado.
He aquí un par de antecedentes:

El asesinato de Rabin hubiera debido instalar algún tipo de discusión acerca del lugar de la ortodoxia en el judaísmo. Pero esto fue imposible: tanto los religiosos, los organismos representativos del Estado de Israel, como del establishment judeo-conservador, demostraron una absoluta incapacidad para historizar el asesinato y ubicarlo en una perspectiva ideológica.
Hoy en día, y ante el crecimiento desmesurado de la ortodoxia (crecimiento que el judaísmo laico observa perplejo) habría que tratar de reflexionar: ¿cómo fue que se llegó a los sucesos de Kikar Malkei Israel, el 4 de noviembre de 1995, y cuál es la dialéctica entre los aspectos fundamentalistas y progresistas dentro del judaísmo?

Ha pasado un tiempo largo desde que el sionismo no tenía semejante resurgimiento. Cada uno está unido a la causa al afirmar su posición contradictoria con el tema que es el corazón y el alma del sionismo: «la redención de la tierra.»
La decisión del Fiscal General para acabar con la discriminación del Fondo Nacional Judío (FNJ) cuando se trata de arrendar tierra a los árabes -y su hallazgo de una manera de perpetuar esa discriminación a través de «tierras alternativas»- ha sido alabada por Yossi Beilin que encontró que ella era una «redención del sionismo,» y vehementemente condenada por miembros de la Knesset (Parlamento israelí) de la derecha que la llamó «anti-sionista».

El Presidente palestino, Abú Mazen, ordenó a los servicios de seguridad que impidan los ataques de Hamas y despidió a Abdel Razek Al Mayaida, responsable de la seguridad pública de la AP en la Franja de Gaza y Cisjordania. Abas ordenó la actuación de los 6.000 agentes policiales que ya se han desplegado en la Franja de Gaza contra aquellos grupos armados que sigan atacando a israelíes con granadas y cohetes.

Hamas anunció que no renovará la tregua de nueve meses –pero que rige hasta fin de año- después que Israel matara a uno de sus activistas principales en un ataque aéreo en Gaza.
Durante los últimos nueve meses la violencia descendió y Hamas se había abstenido de realizar ataques suicidas en Israel. Pero en los últimos días disparó cohetes desde Gaza a poblaciones israelíes.

Israel y los grupos armados palestinos acordaron poner fin a su última ola de ataques con cohetes y ofensivas aéreas, pero ésta podría verse amenazada, incluso antes de ser anunciada oficialmente, luego de que las fuerzas israelíes mataran a tres militantes palestinos en Cisjordania.

El Ejército israelí lanzó misiles contra un campamento de refugiados de Gaza, matando a al menos 7 palestinos, entre ellos un dirigente de la Yihad Islámica.

Un palestino hizo volar una carga explosiva, el pasado 26 de octubre, a las puertas de un mercado al aire libre de Hadera (Israel). En el atentado murieron al menos 5 israelíes y una treintena resultaron heridos, 6 de ellos de gravedad.
La Yihad Islámica se atribuyó el atentado como represalia, afirmaron, de la muerte de uno de sus dirigentes en Cisjordania.

Un largo cortejo acompañó la marcha fúnebre y la inhumación de Luai Saadi, jefe de la Yihad Islámica en la Margen Occidental, quien murió a manos por soldados israelíes en un ataque a un campo de refugiados.
Más de 10.000 personas siguieron al féretro.

Por primera, a pesar de sus envalentonadas defensas de la soberanía iraní, su estructura nuclear y sus reiteradas posturas extremistas, el actual Presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, declamó abiertamente la desaparición del Estado de Israel.