Arreglo virtual

Arafat y Abu Alá dieron por terminada otra crisis política

La Autoridad Palestina (AP) sigue instalada en una situación de crisis en la que muchos visualizan síntomas de desintegración de la organización tal como se percibe hoy por hoy. Abu Alá y Yasser Arafat dieron por finalizada -virtualmente- la crisis abierta por la amenaza de dimitir como primer ministro de Alá, alargando a un mes más el mandato del actual Gobierno de emergencia. Sin embargo, poco después de conocerse la decisión, Abu Alá insinuó que, vencido, el plazo dejará el cargo por lo que la supuesta solución no es más que una prórroga de un concflicto de nunca acabar entre Arafat y quien sea propuesto como otro interlocutor político ante los americanos e israelíes.

Arafat, Abu Alá y el comité central de Al Fatah decidieron que el Gobierno de emergencia formado por siete ministros estará en vigor durante 25 días más, sumando un total de 30 días de gestión.
Luego, habrá dos posibilidades: extender el estado de emergencia decretado por Arafat el pasado 5 de octubre, o presentar un Gobierno ordinario al Consejo Legislativo (Parlamento) para que lo apruebe.
Según el acuerdo, en el Ejecutivo de emergencia no hay ministro del Interior.
El motivo oficial es que Naser Yusef se negó a jurar el cargo, pero la única explicación es la negativa de Arafat a entregar el control de los servicios de seguridad.
Por lo tanto, como se ve, nada ha cambiado y la crisis simplemente se prorroga.
Si dentro de 25 días se extiende el estado de emergencia, el Consejo Legislativo volverá a oponerse. Si Abu Alá intenta formar un Gobierno ordinario, se encontrará con los mismos problemas que, en parte, llevaron a la formación del Ejecutivo de emergencia: definir las atribuciones del ministro del Interior en pugna con Arafat, y las luchas internas palestinas que casi le obligaron a formar un Gobierno de 24 ministros.
Así las cosas, Abu Alá añadió más confusión a la situación: «dentro de tres semanas habrá un nuevo Gobierno y un nuevo primer ministro», dijo Abu Alá abriendo -otra vez- el huracán de interpretaciones y opiniones.
Por un lado, varias fuentes palestinas afirmaron que Abu Ala expresó, de esta forma, su intención de no aspirar a ser reelegido (dirigentes de Al Fatah informaron de que así lo comunicó al comité central).
Pero fuentes cercanas al propio primer ministro indicaron que Abu Alá hablaba desde un punto de vista legal. En estos términos, cualquier primer ministro de un nuevo Gobierno, aunque sea el propio Alá, es nuevo. El objetivo del actual Primer Ministro puede ser que sobrevuele la amenaza de renuncia para que Arafat y los propios diputados palestinos le den más facilidades para formar un Ejecutivo y obtener, así, mayores elementos de negociación y movimiento.