En el día de hoy cayó la ciudad de Sirte, último reducto de las fuerzas de Khadafy y que desde hacía semanas resistía a la ofensiva de los rebeldes, ahora pasó a manos de las nuevas autoridades libias.
Las primeras versiones señalaban que el líder libio había sido capturado y gravemente herido y se difundió una foto tomada con un teléfono celular que mostraba a Khadafy herido tras su captura en Sirte. En la misma se lo ve con el rostro y la ropa ensangrentados. Luego se informó de su muerte.
Según la cadena de televisión Libia Libre, Khadafy fue arrestado al mismo tiempo que su hijo Muatasim, y que el jefe de Servicios de Seguridad Interior, Mansur Dau y el jefe del Servicio de Inteligencia, Abdalá Senusi.
En las primeras horas hubo una gran confusión en la información, un combatiente del CNT, dijo a una periodista de la AFP que había asistido al arresto de Khadafy y que le había sacado su revólver de oro. Mientras que la televisión partidaria del régimen depuesto desmintió la captura del dirigente.
Por la mañana temprano, la OTAN había anunciado en Bruselas que sus aviones habían bombardeado dos vehículos de fuerzas pro Khadafy, pero no habían precisado si el líder se hallaba a bordo. Estados Unidos tampocó quiso informar nada en ese momento.
Pero desde que se confirmó la noticia, los habitantes de Sirte y de Trípoli mostraron su alegría con bocinazos, disparos al aire y abrazos.
Desde septiembre, cuando las tropas del CNT atacaron la ciudad de Sirte, ésta quedó devastada por los combates y la mayoría de los edificios resultaron destruídos, las calles totalmente inundadas y las rutas han sido destrozadas.
«La muerte de Muammar Khadafy marca el fin de una era de despotismo y represión durante la cual el pueblo libio sufrió mucho tiempo», afirmaron el presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, y el jefe de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.