El caso Marita Verón y la historia de la Zwi Migdal

¡Cómo no indignarse!

La autora de “La Polaca”, la obra que desnuda la historia de Raquel Liberman, quien denunció la trata de personas que efectuara la Sociedad Israelita de Socorros Mutuos Varsovia, conocida como Zwi Migdal, manifiesta el mismo rechazo que explotara en la sociedad argentina tras conocerse el fallo absolutorio a los 13 procesados  por el secuestro de Marita Verón; y expone las llamativas coincidencias con el caso que involucró hace más de 80 años a una mafia que operó bajo la fachada de una entidad judía que fue combatida por la comunidad.
Por Myrtha Schalom*

Cómo no indignarse si tres jueces de la provincia de Tucumán  por “unanimidad” consideraron que no había pruebas para inculpar a los trece imputados por el secuestro acaecido el 3 de abril de 2002 y la promoción de la prostitución de Marita Verón.
La bautizaron: María de los Ángeles, la llamaban Marita. Todo empezó diez años atrás  cuando no regresó a su casa para prolongar el disfrute de los juegos con  su hija de 3 años.  Hoy, Sol Micaela  la sigue esperando. Susana Trimarco, madre de Marita,  dijo al escuchar la sentencia: “La adversidad nos hace fuertes”. Sencillas palabras para resumir la magnitud de la frustración.  El resto fue silencio en la Fundación María de los Ángeles, creada por esa incansable mujer  que asiste a víctimas de trata rescatadas.

Soy parte de esta sociedad y apelo al pensamiento de quienes deseamos seguir perteneciendo a la especie humana. Nuestro pensamiento culmina en la palabra. Y hoy las palabras se me atragantan en la garganta, porque hasta las palabras han sido prostituidas. Intento escribirlas para que nos sanen de tanta violencia, en especial hacia las mujeres.

No “todo tiempo pasado fue mejor”
El vergonzoso resultado del juicio que hoy nos enluta y avergüenza a la mayoría de los argentinos es un ataque a la dignidad del género humano. Este veredicto me remite al veredicto de los jueces que absolvieron el 31 de enero de 1931 a ciento ocho proxenetas de la organización conocida como Zwi Migdal.
Nacida en 1906 como Sociedad Israelita de Socorros Mutuos Varsovia (llegó a contar aproximadamente con 500 socios). El escándalo tiñó las páginas de diarios nacionales y periódicos  de la comunidad judía en 1930, cuando la «Polaca» Raquel Liberman prostituida por años en burdeles, se atrevió a  denunciar ante la Justicia a esa organización mafiosa.
Durante la feria judicial, la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de Capital Federal representada por los jueces Oribe, Ortiz de Rozas y Coll dictaminó   que no se pudo comprobar la asociación ilícita  entre los socios pues – según los magistrados – no se presentaron pruebas suficientes. Sin embargo, cuatro meses antes, el 27 de septiembre el juez de instrucción Manuel Rodríguez Ocampo los había procesado y encarcelado.
De su investigación surgió que ninguno tenía medios lícitos de vida y la mayoría figuraba prontuariado como proxeneta. La NO JUSTICIA de hace 80 años inclinó la balanza a favor del poderoso don dinero.

El presente grotesco que festejan las redes de trata

Estamos acercándonos al final del 2012, Susana Trimarco y su nieta reciben la bofetada de una NO JUSTICIA a pesar de sus diez años de lucha.  Es nuestro  el compromiso de recordar los nombres de los jueces que firmaron la sentencia absolutoria: Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano de la Sala II Cámara Penal de San Miguel de Tucumán.  No hablo de venganza, sólo pido que como sociedad les exijamos rendir cuentas ante las miles de Marita Verón  cautivas, obligadas a prostituirse,  que acallarán sus voces porque les arrebataron la esperanza.

* Autora de «La Polaca» Inmigrantes, rufianes y esclavas a comienzos del siglo XX, (Agotada 8° edición. Será reeditada en 2013). Su reciente novela, “La sangre que corre”, Editorial Galerna, expone  la visión de una mujer sobre la violencia del siglo XX y la voluntad de ir más allá de los mandatos patriarcales.