Estudiantes de un un seminario rabínico en Cisjordania

Israel intensifica la búsqueda de los tres jóvenes secuestrados

El Ejército y los servicios secretos de Israel arrestaron a más de 340 palestinos, en su mayoría militantes islamistas, desde que comenzó la operación militar de rastreo para encontrar a Gilad Shaer y Naftalí Frenkel, ambos de 16 años, y Eyal Yifrach, de 19, los estudiantes de un seminario rabínico secuestrados en los Territorios Ocupados. El foco de la búsqueda se trasladó de Hebrón a Nablus, del sur al norte de Cisjordania, de donde provienen la mayoría de los palestinos arrestados.

Los tres jóvenes desaparecieron luego de viajar a dedo en la zona del bloque de asentamientos de Gush Etzion, tras asistir a clase en un seminario rabínico a mediados de junio. Los jóvenes se encontraban en la llamada Área C, bajo control militar y civil de Israel. Uno de ellos, en una llamada al teléfono de emergencia de la policía, dijo que lo estaban secuestrando, aunque los agentes no le creyeron hasta que horas después su padre denunció que había desaparecido.
Hasta ahora no se dio crédito a las varias organizaciones terroristas que se atribuyeron el secuestro, pero la sospecha apunta a Hamás, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó una operación de búsqueda en la que participan más de 3.000 soldados y agentes de la policía. El jefe del Ejército, Benny Gantz, reveló el lunes que la operación puede durar «muchos más días» y no cesará hasta que se encuentre a los tres desaparecidos.
«Estamos convirtiendo la pertenencia a Hamás en un billete al infierno», advirtió el ministro de Economía y miembro del Gabinete de seguridad israelí, Naftalí Bennett.
Según el diario Yediot Aharonot, se trata de la mayor operación israelí en Cisjordania desde “Muro de Defensa”, en 2002, en la que Israel, en plena segunda Intifada, desmanteló las estructuras de la Autoridad Palestina.
Desde la Franja de Gaza, Hamás y la Yihad Islámica amenazaron responder a las detenciones de sus militantes en Cisjordania, lo que hace temer una nueva escalada de violencia en la región. Al mismo tiempo, aviones F-16 atacaron varias posiciones islamistas en Gaza en respuesta al lanzamiento horas antes de cohetes.

En un comunicado casi sin precedentes, el presidente palestino, Mahmud Abás, condenó el secuestro y, también, la redada israelí contra la población palestina, sobre todo en el distrito de Hebrón, donde el teléfono del joven que hizo la llamada dejó su última ubicación. «Quieren destruirnos», afirmó el presidente palestino sobre los autores del secuestro, en probable referencia al Gobierno de unidad palestino formado este mes.
Es importante recordar que Abbas y su partido, Al Fatah, llegaron en abril a un acuerdo de reconciliación con los islamistas de Hamás, que controlan la franja de Gaza. Israel achaca el triple secuestro al brazo armado de Hamás, considerada una organización terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos.
“Si Hamas es responsable del secuestro, y hasta ahora nadie lo puede saber, este será un duro golpe a la reconciliación”, expresó el ministro de Relaciones Exteriores de la AP, Riyad al-Malki. Y agregó: “Si llegamos a esta conclusión, el presidente tomará medidas drásticas”. El funcionario expresó que a pesar que la respuesta israelí “no tiene sentido”, la AP está comprometida con la paz.
Por su parte, en el Ministerio de Defensa operan bajo la premisa de que los jóvenes secuestrados están vivos y sospechan que Hamás habría preferido secuestrar a tres militares, pero dieron con los jóvenes y, por la edad, pudieron pensar que eran soldados de civil. El Ejército cree que los chicos están recluidos en alguna casa o en alguna cueva de Hebrón o sus inmediaciones. La búsqueda se lleva a cabo allí, casa por casa. Israel ya incrementó su presencia militar en Cisjordania en un 50%. Actualmente operan allí nueve divisiones militares, entre infantería, paracaidistas, fuerzas de élite e inteligencia.
Se trata de dos operaciones paralelas. Una es para dar con los tres jóvenes vivos o muertos. La otra también se enmarca en una campaña contra Hamás, ya que el objetivo declarado es debilitar al grupo “tanto como sea posible”. Para ello, Israel también detuvo a 51 palestinos de los más de mil que había liberado en 2011 a cambio de la libertad de Gilad Shalit, el soldado que pasó cinco años secuestrado en Gaza.
Cabe destacar que Israel no bloqueó toda Cisjordania, sino sólo la zona de Hebrón donde sospechan que están los desaparecidos.
No hay señal alguna de que estén vivos, pero su último paradero conocido está a unos 20 kilómetros al norte de Hebrón. Cerca de la ciudad fue localizado, además, un coche calcinado que podría estar relacionado con el secuestro. El aumento de la presión militar se centra en puntos que Israel ya tenía en la mira. Entre ellas la organización caritativa de Hamás, Dawa, acusada de servir de centro de reclutamiento, formación ideológica y financiación para el grupo.