Egipto advierte que, si Israel empuja a palestinos hacia la frontera, suspenderá el tratado de paz bilateral, logro histórico alcanzado entre Begin y Sadat con mediación de Carter.

Netanyahu y su coalición ajustan la soga al cuello de Israel

Una sucesión de noticias negativas para Israel, reflejó en menos de una semana la velocidad del deterioro de la posición mundial del Estado judío como consecuencia de infortunadas decisiones políticas, tanto inmediatas como de mediano y largo plazo, que vienen tomando los gobiernos posteriores al de Ehud Olmert pero sobre todo los dirigidos por Benjamín Netanyahu, quien maneja la situación regional y global con la misma lógica que aplica a la sociedad israelí, es decir, tensionando la cuerda hasta romperla. Este gobierno, en el que la ultraderecha con sus partidos impone una política criminal de tierra arrasada a la población civil de Gaza, legitima así a Hamás y aliados aun tras el asalto terrorista del 7 de octubre, poniendo en peligro un activo fundamental para Israel, toda la región y el mundo: el tratado de paz con Egipto.
Por Ernesto Alazraki

El mero repaso de algunas de esas noticias revela con elocuencia el deterioro aludido: “Antes de la operación en Rafah, Israel debe ‘garantizar la seguridad’ de la población civil con ‘un plan de evacuación creíble’. En la primera y única llamada telefónica en tres semanas, el presidente estadounidense, Joe Biden, reiteró una vez más al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, la línea roja de Estados Unidos ante la inminente operación terrestre en la última ciudad de la Franja presidida por 4 batallones de Hamás”, informaba la agencia italiana de noticias ANSA el 12 de febrero.

Se señalaba que “la llamada telefónica pareció ser un intento de resolver las evidentes diferencias de opinión. Pero, según el Washington Post, el jefe de la Casa Blanca y sus asesores ‘están más cerca’ que nunca ‘de una ruptura con Netanyahu, que ya no es considerado un socio productivo sobre el que se puede influir incluso en privado’ (…) Una frustración que, según la misma fuente, ‘ha llevado a algunos de los asesores de Biden a presionar al presidente para que sea más crítico en público con respecto al primer ministro israelí por su operación militar en Gaza’”.

El reporte de dicha agencia daba cuenta de que “El Cairo, que terminó la construcción de un nuevo muro de hormigón de unos 14 kilómetros de largo en la frontera con Gaza, advirtió a Israel sobre las consecuencias de la operación en Rafah. Y reiteró que esto podría poner en riesgo el tratado de paz de 1979 con Israel”.

“Egipto advierte a Israel: suspenderá el histórico tratado de paz si aprieta en Rafah”, titulaba The Huffington Post ese lunes. “Egipto informó a Israel de la suspensión del Tratado de Camp David si Israel viola los protocolos militares y de seguridad de este tratado, que allanó el camino para la paz entre los dos países”, consignaba.

“Según el canal saudí Al Arabiya, El Cairo ya ha decidido limitar las comunicaciones con Israel a nivel de seguridad únicamente para proseguir las negociaciones sobre el acuerdo de tregua y canje de detenidos, al tiempo que congela cualquier comunicación gubernamental con la parte israelí, de acuerdo a fuentes egipcias”.

 “(James) Cameron afirma estar ‘profundamente preocupado por la perspectiva de una ofensiva militar en Rafah’”, titulaba el domingo 11 la agencia turca de noticias Anadolu refiriendo al “canciller ex primer ministro de Reino Unido”, quien en su cuenta de X consideraba que “la prioridad debe ser una pausa inmediata en los combates para hacer entrar la ayuda y sacar a los rehenes, y luego avanzar hacia un alto el fuego sostenible y permanente”.

“La ONU alerta de que un asalto de Israel a Rafah sería una ‘matanza’”, titulaba BBC News este miércoles 14, y desarrollaba después que “Martin Griffiths, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios, dijo que los palestinos en Gaza ya sufrían un ‘asalto sin igual en intensidad, brutalidad y alcance’ y que las consecuencias de una invasión en Rafah serían ‘catastróficas’”.

Continuaba informando que “Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo al programa Newshour de la BBC que la ONU no había recibido ningún plan de evacuación de Rafah de Israel y (…) ‘las Naciones Unidas no participarán en ningún desplazamiento forzado de personas’”.

El amigo europeo y una fisura expuesta

“Israel rechaza el pedido de Roma y del Vaticano de réplica ‘proporcionada’. La Santa Sede insiste: ‘Defenderse no justifica una matanza’ en Gaza”, titulaba ANSA el 14 citando al “secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin”, cuando pidió “una respuesta ‘proporcionada’ que ‘ciertamente no es proporcional a 30.000 muertos’”. Añadía que “los llamamientos a Israel a la moderación se multiplican (…) Emmanuel Macron también definió el número de muertos (…) como ‘intolerable’” y a Netanyahu “le pidió que ‘detuviera la operación militar’”. El canciller italiano, Antonio Tajani, advirtió a Israel contra “una ‘reacción desproporcionada’ que ‘está provocando demasiadas víctimas civiles’”. Hubo más:

“Canadá, Australia y N. Zelanda urgen ‘alto el fuego’ en Gaza. ‘Una operación militar en Rafah sería catastrófica’, advirtieron los líderes de los tres gobiernos en una declaración conjunta”, titulaba el servicio informativo alemán Deutsche Welle este jueves 15.

Dos días antes, medios de países con orientaciones geopolíticas distantes difundían otra noticia que ejemplifica el giro negativo de la predisposición respecto del Estado judío: “Un tribunal prohíbe a Países Bajos suministrar a Israel repuestos para los cazas F-35”, titulaba la agencia rusa de noticias Sputnik. Proseguía: “La Corte Permanente de Arbitraje de La Haya resolvió favorablemente la demanda de varias organizaciones de derechos humanos y obligó a Países Bajos a suspender los suministros de repuestos para los cazas F-35 que utiliza Israel para bombardear Gaza”.

Deutsche Welle lo presentaba así: “Países Bajos no podrá enviar piezas de cazas F-35 a Israel. El Tribunal de Apelación consideró que existe un riesgo de que las piezas se usen en acciones contra civiles que violen el derecho internacional humanitario”.

El lunes 12 concentró en el plano informativo el intenso malestar con el Israel gobernado por Netanyahu, cuya conducción dilapidó en menos de cuatro meses el capital global de respaldo recibido por el Estado luego del ataque criminal de Hamás el 7 de octubre, revirtiéndolo hasta unificar a casi todo el mundo contra Israel.

“Unión Europea plantea embargo de armas a Israel en medio de polémica ofensiva a Rafah”, titulaba el diario chileno La Tercera. “La idea fue propuesta por el alto representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, quien señaló que las operaciones en el sur de Gaza son ‘excesivas’ y ‘desproporcionadas’ (…) ‘La situación con Egipto es muy tensa y estamos muy preocupados por lo que pueda pasar ahí”’, alertó el dirigente catalán y acto seguido condenó “el llamado del primer ministro Netanyahu a ‘evacuar’ al más de un millón de palestinos concentrados en Rafah. ‘Que van a evacuarlos… ¿A dónde? ¿A la Luna?’”.

El capítulo Egipto visto desde Extremo Oriente y el FMI

En las mismas horas la agencia china de noticias Xinhua titulaba que “Egipto acusa a ministro de Finanzas de Israel de ‘sabotear’ conversaciones sobre cese al fuego en Gaza”. Y ampliaba: “El sábado, Smotrich hizo un llamado al primer ministro (…) para que no enviara ningún representante israelí a El Cairo para las conversaciones sobre los rehenes, indicó el Times of Israel (…) El Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto dijo que Smotrich ‘sigue haciendo declaraciones irresponsables e incendiarias, lo cual sólo revela un hambre de muerte y destrucción y sabotea cualquier intento por contener la crisis en la Franja de Gaza’”.

El domingo 11 la revista española Política Exterior informaba que Egipto “está ultimando las conversaciones para un nuevo préstamo del FMI que será fundamental para aliviar la crisis de divisas que está sufriendo como consecuencia del contagio de la guerra en Gaza”. “La principal fuente de reservas internacionales (…) era el turismo. En 2023 ingresaron 14.000 millones de dólares de este sector, lo que supone el 14% de sus ingresos en dólares. Sin embargo, este flujo se ha secado desde que comenzaron las hostilidades en la Franja de Gaza, frontera noreste del país”.

“La situación se ha complicado tanto que Egipto está negociando con el FMI ampliar el siguiente tramo de su financiación de 3.000 millones hasta 10.000 millones (…) La postura del FMI con Egipto ha cambiado drásticamente (…) Hace un año congeló la financiación a El Cairo por incumplimiento de los compromisos adquiridos” pero “el deterioro de su economía por el contagio de la guerra ha llevado a cambiar sus planes. ‘Estamos muy cerca de un acuerdo’, aseguró recientemente la directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva. ‘Nos preocupamos mucho por los países que están cerca del epicentro de la guerra’, reconoció. Se refería a Egipto, Líbano y Jordania, quienes están sufriendo para conseguir divisas internacionales por el desplome del turismo”.

Costos de una guerra perdida desde antes del inicio 

El lunes 12 condensó informativamente la actual debacle israelí. “Moody’s rebaja la nota crediticia de Israel; Gobierno critica a la agencia”, titulaba el canal France 24 y resumía: “Luego de que una de las agencias de calificación crediticia más importantes del mundo hubiera degradado el nivel para Israel, citando el costo de la guerra en Gaza y una posible extensión bélica con Hezbolá en el Líbano, el ministro de Finanzas arremetió contra la agrupación financiera y dijo que la decisión de la calificadora muestra la ‘falta de confianza en la seguridad y la fuerza nacional de Israel’”.

Se trata de “la primera vez en la historia que Moody’s reduce la calificación crediticia de Israel y que, además, le suma una ‘perspectiva negativa’ a la nueva nota”, cambio significativo que Smotrich atribuyó a “situaciones políticas” y según él “no incluye afirmaciones económicas serias”. Netanyahu, por su parte, “le recordó a Moody’s que la economía de Israel era ‘fuerte’ y que ‘la rebaja se debe enteramente al hecho de que estamos en guerra’”.

The Jerusalem Post destacó que esto sucede “apenas unos meses después de que Morgan Stanley rebajara la calificación crediticia soberana de Israel en julio, citando la aprobación de la primera ley de la polémica reforma judicial del gobierno. Esto llevó a Moody’s a advertir de un riesgo significativo. Y, de hecho, Israel ha sido rebajado a A2, y su perspectiva crediticia se mantuvo en negativo, lo que significa que una nueva rebaja es posible”, alertó.

“Este informe es serio y refleja una amenaza muy real para la economía (…) El gobernador del Banco de Israel, Amir Yaron, instó al gobierno el domingo, dos días después de que Moody’s anunciara la rebaja, a tomar medidas y prestar atención a la advertencia (…) Los políticos de Israel necesitan sacudirse la necesidad de defenderse a través de la negación y abordar el problema de frente, de lo contrario serán recordados como los miembros de la coalición que llevaron a la caída de la economía”.