Arie Kacowicz: “Israel, por no pensar en una estrategia, llegó a un callejón sin salida”

Nueva Sion conversó vía zoom con el analista político Arie Kacowicz sobre la situación política y militar en Israel y Gaza. En la entrevista, el profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén y de la Universidad de Georgetown en Estados Unidos, considera que, si bien Israel le hizo mucho daño a Hamas, el principal problema del gobierno de Bibi es qué hacer con la Franja de Gaza cuando la guerra termine. Kacowicz asegura también que nadie en Israel está pensando en una solución política al conflicto con los palestinos.
Por Damián Szvalb

NS: ¿Cuán cerca crees que está un acuerdo para que se libere a los secuestrados?

AK: A medida que pasa el tiempo, la situación de los rehenes es cada vez más atroz. El problema con esta negociación es que Israel le está diciendo a Hamas algo así como: “vamos a parar el fuego, pero después vamos a seguir”. Le dice a Sinwar (el líder de Hamas) que va a negociar, que él libere a los rehenes y que después lo va a matar. Esto no le da incentivo al otro lado a negociar.

Y la otra cuestión es que la crisis humanitaria en Gaza es tan grave que hace que Israel esté obligado a proveer o dejar entrar más cantidad de ayuda humanitaria y eso beneficia también a Hamas que no necesita un acuerdo para acceder a la ayuda.

AK: Bibi dice que hay que entrar en Rafah para terminar la tarea y Estados Unidos habla de línea roja porque una operación israelí allí significaría agravar aún más la crisis humanitaria. ¿Cómo se compatibilizan ambas posiciones?

AK: Hay mucha retorica de parte de Netanyahu. Lo de la victoria total que él planteó en octubre es más un eslogan usado por los fascistas que cualquier otra cosa. Quizás en el medio, entre lo que quiere Israel y lo que quiere Biden, hay algo. Quizás habilitar operaciones más puntuales de contraterrorismo, al estilo de las que el ejército israelí realiza en Cisjordania.

Hay 1.3 millones de palestinos en el sur de Gaza y volverlos a mudar -si Israel decide hacer una operación de gran envergadura que traiga como consecuencia un desastre humanitario- podría significar el fin de la guerra.

NS: ¿Qué objetivos militares pudo Israel cumplir hasta ahora?

AK: En todos estos años en lugar de desarrollar la Franja de Gaza, Hamas hizo una tremenda fortaleza. Y la inteligencia de Israel y de Estados Unidos saben que a Hamas no se lo puede destruir militarmente. Pero sin duda Israel redujo de forma significativa la capacidad militar de Hamas.

NS: ¿Y qué es lo que viene ahora?

AK: Hay una paradoja: en el norte de Gaza, Hamas ya no está. Pero Israel, por no pensar en una estrategia, llegó a un callejón sin salida; sin Hamas ¿cuál es la alternativa?  Hace poco vimos imágenes terribles de muertos mientras se repartía ayuda humanitaria. A mi esto me trajo la imagen de que la Franja de Gaza puede transformarse en Somalia. En el sur de la Franja de Gaza hay menos hambruna porque está Hamas. En el norte no está, y entonces lo que hay son pandillas que cometen crímenes. Es una zona sin soberanía.

¿Quién es el responsable entonces? Israel, quien es quien ocupa militarmente el territorio. Cuando Biden vino a Israel apenas sucedió la masacre del 7 de octubre advirtió en ese momento que Israel no debía reaccionar por venganza. Y lo sigue diciendo: no cometan el mismo error que nosotros cometimos en Irak y en Afganistán. Estados Unidos erradicó a Sadam Husein, al partido Baas, ¿y qué logró? A Isis. Es decir que, paradójicamente, podemos llegar a una situación atroz. Después de Hamas, que es una organización terrorista y genocida, puede venir algo peor. O que Israel tenga que hacer una ocupación militar permanente. Va a tener que distribuir la comida y garantizar la seguridad en Gaza.

NS: ¿La Autoridad Nacional Palestina puede ocupar ese lugar?

AK: La Autoridad Nacional Palestina podría ser quien ayude. Ya manejaron la Franja entre 1994 y 2007. Tiene todavía alrededor de 25.000 miembros que reciben sueldo de la ANP y que están en Gaza.

Muchos israelíes critican a Abu Mazen, que se tiene que jubilar con sus 88 años, porque es un corrupto y porque subvenciona a familias de terroristas, pero hasta el día de hoy él sigue demandando de Hamas tres cosas: que deje el terrorismo, que reconozca a Israel y que reconozca los acuerdos de Oslo entre Israel y los palestinos. Hamas no lo ha hecho.

NS: ¿Pase lo que pase Hamas seguirá siendo un actor central entre los palestinos?

Si se declara un alto el fuego y Hamas declara victoria, sería una tragedia tanto para palestinos como para israelíes.  Al mismo tiempo el elemento islámico no se puede ignorar.  Y habrá que ver si Hamas y Abu Mazen pueden llegar a un acuerdo de un gobierno tecnocrático.

AK: El elemento islamista dentro del pueblo palestino no se puede ignorar. Y tenés a una parte de Hamas que está en los territorios y otra parte de Hamas afuera. Quizás a éstos les interese una salida política, quizás sin necesidad de reconocer a Israel. Pero está claro que Hamas, con su ideología actual, no puede ser interlocutor político.

NS: Las encuestas y las declaraciones de los principales dirigentes políticos muestran que la sociedad israelí está cada vez más lejos de pensar en una salida política al conflicto y mucho menos de retomar la idea de un Estado palestino. ¿Es así?

AK: Netanyahu es un político astuto y cuando dice que su política de no ir por una salida política representa a la mayoría de la opinión pública hay algo de cierto. La gente sabe que la motivación de Bibi no es la seguridad de Israel sino su supervivencia política. Pero debido al trauma que atraviesa la sociedad israelí desde el 7 de octubre, hoy la postura mayoritaria es negativa a una salida política. Mas aún, hoy en Israel es muy difícil, por todo esto, encontrar empatía al sufrimiento de civiles en la Franja de Gaza.

Nadie en Israel está hablando hoy de un Estado palestino, ni los lideres más moderados. Esto es un problema.

NS: ¿Se puede decir que el 7 de octubre reveló un doble fracaso:  el del campo de la paz y el de la guerra?

AK: Hay algo de cierto en esto, en el fracaso de la izquierda y de la derecha en Israel. Yo creo que es claro que el mayor fracaso fue la estrategia de Netanyahu de administrar el conflicto, la idea que se podía acordar con el mundo árabe sin los palestinos. Eso ya no está.

El conflicto no se puede manejar, Netanyahu fracasó. Y, por otro lado, tengo que decir que nunca un proceso serio de paz se puso a prueba. Es la vía política el único elemento importante. Mas aun cuando tenés a toda la comunidad internacional empujando hacia un proceso político. Lo que falta son líderes con coraje y lo que el 7 de octubre destruyó: la posibilidad de confiar de ambas partes.

Hamas, más allá de ser una organización terrorista, es una ideología, y la única forma de derrotar una idea es proponiendo una idea mejor.

Estamos en un momento que recuerda bastante a lo que ocurrió después de la guerra de Iom Kipur. Cuando las dos partes están sufriendo, Israel ya no va a tener una victoria. La única victoria posible para nosotros es que hagamos la paz con Arabia Saudita y con todos los países árabes. Hamas también perdió porque no logró que estalle todo Medio Oriente: eso no sucedió.