Hacer de tripas corazón

Muchos ciudadanos israelíes recientemente celebraron la muerte de líderes enemigos, pero ahora se encuentran en un estado de pánico mientras esperan la prometida venganza de Hezbollah, Irán y sus aliados chiítas en Siria, Iraq y Yemen. Lo que es aún más preocupante es la posibilidad de que se pierdan vidas inocentes en la búsqueda de victorias políticas, y el hecho de que algunos israelíes estén dispuestos a sacrificar a sus rehenes a cambio de la cabeza de Yahya Sinwar.
Por Leonardo Senkman, desde Buenos Aires

Añejo popular refrán que connota sabiamente el esfuerzo para disimular el miedo o sobreponerse a la inseguridad. ¡Tantos israelíes necesitan hoy hacer de tripas corazón, mientras esperan temerosos las represalias que juraron Irán, Hezbollah y sus proxis shiitas en Siria, Irak y Yemen!

Apenas transcurrieron dos o tres días desde que numerosos israelíes festejaron la ejecución de Ismail Hannyeh en Teherán y de Fuah Shukri en Beirut seguidos del ataque aéreo contra Mohammed Delf, y ya todo Israel se encuentra en máxima alerta. Al igual que en abril pasado, los vuelos internacionales han sido interrumpidos por miedo a ataques de venganza   ordenados por Khamenei, Nasrallah y Hamas “en el momento, lugar y forma apropiados”.

En muy pocas guerras la gente pasa de la euforia después de abatir a jefes de ejércitos enemigos al pánico de que cohetes balísticos estallen en centros urbanos y drones bombardeen el Galil. 

¿Como llamar en lenguaje más popular ese brusco trastorno bipolar de tantos israelíes que pasan de la euforia a la depresión bélica? ¿Cómo   llamar a esta crónica enfermedad con altibajos emocionales de israelíes que celebran el exitoso asesinato de Hannyeh, líder del ala política de Hamas, e inmediatamente caen en pánico de afrontar solos los misiles y drones con que Irán amenaza castigar a Israel?

Una lúcida periodista del Canal 12 lamentaba que jubilosos israelíes después del asesinato de Hannyeh repartieran a sus vecinos golosinas y velitas: ­­“¿nos estamos pareciendo a nuestros enemigos terroristas que festejan los asesinatos a israelíes?”, preguntó.  

La crítica lamentaba que los alborozados festejantes olvidasen que el ataque en Teherán fue ejecutado justo cuando se intentaba nuevamente negociar en El Cairo la liberación de los secuestrados en Gaza.  Ninguno de esos alegres celebrantes se acordaba de la reprimenda que recibió Netanyahu dos días previos durante su entrevista en Washington con Joe Biden.

Tampoco se interesaron por averiguar por qué el presidente de Estados Unidos le dijo al primer ministro israelí: “deje de mentirme”, en su conversación telefónica el jueves.

El canal de noticias 12 informó, sin citar fuentes, que el estallido se produjo después de que Netanyahu le dijera a Biden que Israel estaba avanzando con las negociaciones sobre un acuerdo de rehenes de alto el fuego con Hamas y que pronto enviaría una delegación para reanudar las conversaciones. Esas conversaciones han estado en curso durante muchos meses sin resultados, pero Biden opinó antes que Netanyahu las había estado estancando intencionalmente por razones políticas internas.

Al final de la conversación del jueves, Biden también habría dicho: “No den por sentado al presidente de EE.UU.”. Según el Canal 12, este comentario se hizo en el contexto de la cooperación israelí-estadounidense en una posible guerra total con Irán y sus proxis, según el tranquilizador antecedente que ayudó a repeler el ataque sin precedentes de Irán con misiles y aviones no tripulados la noche del 13 al 14 de abril.

La oficina de Netanyahu respondió al crítico informe del sábado alegando que el primer ministro no comenta sobre el contenido de sus discusiones privadas con el presidente de Estados Unidos.

Mientras tanto, The New York Times informó que Biden había dicho por teléfono que el asesinato en Irán del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, fue “mal cronometrado”, ya que se produjo “justo cuando los estadounidenses esperaban que fuera el final” de las conversaciones para un acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes.

Citando a un funcionario estadounidense anónimo, Biden especificó que la ejecución de la operación en Teherán podría desencadenar la guerra regional más amplia que él ha estado tratando de evitar.

Pero a Netanyahu no le importó frustrar al aliado estratégico irremplazable de Israel. Más aun, para allegados al presidente norteamericano, la conducta del premier hebreo es la de un impostor. [David Horovitz, “With two strikes in enemy capitals, the war enters uncharted territory”. The Times of Israel, August 4,2024).

The Telegraph informaba el sábado, citando a un alto funcionario israelí, que Netanyahu se ha sentido más envalentonado para atacar a Irán desde la decisión de Biden el 21 de julio de abandonar la carrera presidencial. “La verdadera agenda de Biden es apoyar a Israel plenamente. Y lo ha hecho durante décadas”, dijo el funcionario israelí al medio británico. “Netanyahu lo sabe, por eso está siendo más audaz y se siente seguro de que puede atacar a los enemigos de Israel y, aun así, tener el apoyo total de Estados Unidos”. El funcionario que habló con The Telegraph caracterizó la retirada de Biden como un “gran cambio de juego” en Medio Oriente.

Durante la conferencia de prensa en la base conjunta Andrews de Maryland, donde esperaba la llegada de los norteamericanos detenidos en Rusia, Biden abordó su conversación “muy directa” con Netanyahu, a quien urgió llegar a un acuerdo rápidamente: “Tenemos la base para un alto el fuego. Él debería avanzar en eso y también ellos deberían avanzar en eso ahora”, dijo Biden, añadiendo que está “muy preocupado” por las crecientes tensiones en el Medio Oriente.

Según la agencia Axios, resultó inexplicable a la administración Biden que los planes de liquidar a Hannyeh fueran mantenidos en penumbra pese que Netanyahu en Washington dio la impresión de tomar muy en cuenta el deseo del presidente de acordar un alto el fuego para la liberación de rehenes.

Biden dijo públicamente el jueves que el asesinato del principal negociador de Hamas “no ayuda” a los esfuerzos por asegurar una tregua en Gaza y la liberación de los rehenes israelíes. (Toi Staff, “Stop bullshitting me, Biden said to scold Netanyahu in call on truce-hostage deal“, The Time of Israel,4/8/24).

Posdata

Numerosos israelíes están hoy haciendo de tripas corazón, pese al temor que sienten por una severa venganza inminente de Irán. Pero ningún sacrificio inconmensurable para aguantar una nueva fase de  la impredecible y peligrosa guerra regionalizada va a ser equiparable al dolor de aquellos israelíes que están dispuestos a sacrificar a los rehenes por la cabeza de Yahya Sinwar.

Ninguna “victoria total” vale las vidas de nuestros seres queridos rehenes en los túneles de Gaza.
Numerosos israelíes van a cambiar cínicamente el refrán popular:  ya no harán más de tripas corazón, traducirán al hebreo el viejo dicho El muerto al hoyo y el vivo al bollo.

Así los españoles recriminaban a los allegados del muerto quienes, por mucho pesar que sentían, olvidaban demasiado pronto al difunto y solo se preocupaban por sus necesidades básicas de subsistencia.