Ucrania
La invasión emprendida por Putin sobre Ucrania ha colocado sobre la mesa el enfrentamiento entre dos bloques de poder. El liderado por Rusia, Irán y China contra el liderado por Estados Unidos y Europa, que apoyan a Ucrania. El apoyo iraní a Rusia se nota en el envío de armamento de infantería, municiones, misiles balísticos y drones modelo “Shahid 136”. Hay que sumarle el apoyo de Corea del Norte, quienes han sido acusados de suministrar piezas de artillería que habrían sido usadas en Kharkiv. En el caso chino, el apoyo se ha enfocado en lo económico hacia Rusia. Debido a las sanciones internacionales, Moscú se vio forzado a buscar relaciones comerciales con otras naciones y la más privilegiada en este giro fue China. Los recursos naturales (gas y petróleo) que vendía mayoritariamente a países de occidente, ahora Rusia se los vende a China al mismo tiempo que las marcas chinas reemplazan a varias de las empresas de capitales occidentales que se fueron del país. Por el bando contrario, Ucrania está combatiendo aprovechando al máximo los recursos que posee ya que no le sobra. Dependen de Estados Unidos y de sus aliados europeos que intentan colaborar en el suministro pero poseen problemas de diferente índole. Crisis económica, opiniones públicas cada vez más reacias a ayudar a Ucrania y dificultades en la fabricación del armamento constituyen desafíos para el gobierno de Zelensky.
Medio Oriente
La guerra entre Israel y Hamas encierra un claro nexo iraní ya que el grupo terrorista Hamas así como la organización Jihad Islámica son apoyadas por Teherán con armamento, dinero y asesoramiento entre otras actividades. Rifles de asalto, armas ligeras, municiones, granadas, explosivos, cohetes de corto y mediano alcance, misiles anti tanque y minas, son algunas de las armas suministradas a los grupos terroristas. Además hay que agregar el entrenamiento físico y militar que Irán suministró a hombres de la Jihad Islámica. La incursión israelí en Gaza es la excusa que usa Irán para activar otro de sus grupos afines o “proxies” como se lo denominan en inglés, los Houties del Yemen. Es que, en el Yemen, hay un grupo armado que pertenece a la rama chiita del Islam y que, apoyados económica y militarmente por Irán, han establecido una fuerza considerable. A consecuencia de esto, han adquirido capacidad para influir políticamente al atacar los barcos comerciales que intentan atravesar el Mar Rojo. Su accionar ha causado pérdidas económicas y además ha puesto en alerta a Israel al verse amenazado por el sur por Irán. Por el norte de Israel se encuentra la amenaza del Hezbollah, grupo terrorista que responde directamente a Irán y que en los últimos años ha llegado a acumular decenas de miles de cohetes así como drones de fabricación iraní. No obstante, en el norte se mezclan otros actores como Rusia, que tiene un doble juego bastante contradictorio. Mantiene un firme apoyo a Irán y Siria al mismo tiempo que trata de conservar sus relaciones diplomáticas con Israel. Es que Rusia quiere la ayuda iraní en su guerra con Ucrania pero teme que el poder de fuego de Israel llegue a colaborar con los esfuerzos bélicos de Zelensky. China apoya a Irán y Siria en asuntos económicos y tratando de unir a Hamas con Al Fatah en el conflicto israelí palestino. No obstante hace algunos meses hubo un informe que podría modificar este último dato. De acuerdo a un informe publicado por el Jewish Policy Center y que lleva la firma de Guermantes Lailari, el Tzahal habría encontrado en sus operativos en Gaza, equipamiento militar y de inteligencia como los rifles de asalto QBZ, miras telescópicas y lanzagranadas QLZ-87. Otro informe publicado por Associated Press el 15 de enero, en función de las imágenes existentes de los terroristas en acción, confirmaría la teoría de que Hamas estaría usando armas chinas. Este sería un dato importante a tener en cuenta ya que sería una novedad en el conflicto israelí palestino. El gobierno chino ha rechazado las acusaciones realizadas al respecto.
A pesar de las diferencias que exhiben en su postura varios gobiernos occidentales frente a la actuación del gobierno de Netanyahu en la guerra contra el Hamas, ante la amenaza iraní se han mostrado sin vacilaciones en su apoyo a Israel. Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Alemania no dudaron en brindar su apoyo y se le suma la posición de varios gobiernos de la región como Jordania, Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos, los cuales participaron en el operativo para repeler el ataque iraní contra Israel efectuado en el mes de abril.
Estados Unidos ha desplegado miles de soldados y barcos de guerra a la zona para disuadir a Irán de emprender un ataque contra Israel. Pero su actuación en la zona encuentra un vínculo directo con el conflicto en Europa. Es que antes del 07/10, la marina norteamericana ya había confiscado armamento iraní que iba dirigido a los terroristas houthies del Yemen. Resulta que ese armamento fue enviado como ayuda militar a Ucrania en su guerra contra Rusia.
Esta realidad es compleja y los conflictos quese entrelazan revelan vínculos cada vez más claros entre la guerra de Ucrania y el conflicto del Medio Oriente. Los bloques de poder trasladan sus enfrentamientos de una zona del mundo a otra. No obstante el futuro no parece ser muy prometedor ya que aparecen nuevas amenazas de conflictos.
Taiwán
Es histórica la postura de China de considerar a esta isla como parte de su territorio. Recordemos que este sitio fue tomado por el bando derrotado en la guerra civil que terminó con la victoria de Mao Tse Tung y el establecimiento de la República Popular China en 1949. En las últimas décadas Pekín había abogado por la soberanía de la isla de una manera pacífica pero la llegada al poder de Xi Jinping representa un cambio en la estrategia del país. A la retórica solicitando la reunificación del país se suman los entrenamientos militares ensayando una invasión a Taiwán. Los norteamericanos históricamente han apoyado a los taiwaneses de manera política, económica y con asistencia militar. Pero incluso existe una ley aprobada por el Congreso norteamericano que autoriza al Presidente de Estados Unidos a usar sus fuerzas armadas en el caso que hubiera un ataque directo de China contra la isla.
Europa oriental
La guerra de Ucrania ha conmovido a los europeos que vuelven a observar que los tiempos de vivir en paz se están acabando. El temor a una invasión de parte de Rusia ha llevado a varios gobiernos a tomar medidas para las capacidades de sus fuerzas armadas. Los países más atemorizados por una eventual invasión rusa son los estados bálticos. El corredor de Suwalki que conecta Bielorrusia con Kaliningrado pasando entre las fronteras de Lituania y Polonia es en este momento uno de los sitios más estratégicos del mundo. No son pocos los analistas militares que consideran la posibilidad de que una eventual invasión rusa ocurra por ese sitio.
En junio, la OTAN ha realizado ensayos militares en el Mar Báltico con la participación de 12.000 soldados de 19 países. Además existe una intensa campaña de diversos gobiernos por brindar instrucción básica militar a civiles para que vayan familiarizándose con la idea de cómo actuar ante un eventual conflicto. Estonia es un claro ejemplo ya que ha visto un incremento que llega hasta los 30.000 voluntarios que participan de una unidad destinada a la defensa de su territorio. Polonia se encuentra invirtiendo en la adquisición de defensas antiaéreas Patriot, así como de helicópteros Apache y aviones F-35, todos de origen norteamericano. Además, impulsa incentivos para que los jóvenes ingresen a programas de entrenamiento militar con el objetivo en puerta de aumentar el número de soldados de sus fuerzas armadas. Croacia ha sido el último país en anunciar que a partir de enero del 2025, volverá el servicio militar obligatorio aunque con una duración de 2 meses.
Evidentemente la guerra de Ucrania ha sido un cambio en las reglas del juego del orden internacional. No solo fue un golpe para la globalización ya que hizo renacer los fervores nacionalistas sino que ha creado un clima en el mundo que hace décadas no se vivía. Los jóvenes comienzan a vivir en un mundo sacudido por la inestabilidad que provocan las guerras y las crisis económicas. El enfrentamiento entre los bloques conformados por Estados Unidos y China respectivamente está pasando del plano diplomático y económico hacia el terreno militar. Este escenario se parece al que hace algunas décadas existía de una guerra fría entre dos superpotencias; sin embargo, lo inquietante es la posibilidad latente del estallido de una tercera guerra mundial. La advertencia más clara vino de las palabras del primer ministro de Polonia -Donald Tusk- quien en el mes de marzo afirmó lo siguiente: «Sé que suena devastador, especialmente para las generaciones más jóvenes, pero tenemos que acostumbrarnos al hecho de que ha comenzado una nueva era: la era de la preguerra. No exagero. Cada día está más claro».
Foto de portada: Tanques M1 Abrams del ejército polaco.