En el momento de incluir este documental en los Festivales de cine judío de Montevideo y de Buenos Aires, se conmemoran 60 años del estreno de la obra de teatro. Es evidente que ambas realizaciones han sido muy significativas en la historia del cine ya que han recibido múltiples premios y el documental fue candidato al Oscar. El musical de Broadway de 1964 fue escrito por Joseph Stein, con música de Jerry Bock y letra de Sheldon Harnick. Por su parte, la filmación de este documental supone la celebración de 50 años de realizada la película, considerada una de los más importantes del género musical.
Según relata Norman Jewison en el documental, el director de la película filmada en 1971, el proyecto de llevar a la pantalla la exitosa obra de teatro tenía como objetivo promover la industria cinematográfica americana que atravesaba un momento de crisis. Se habla que los años 70 implican un cambio en el tipo de producciones cinematográficas que dieron lugar a la denominación de New Hollywood. En su producción se destaca un musical muy reconocido como Jesucristo Superstar. Es interesante escuchar en el relato de las entrevistas la reflexión de la producción cinematográfica como industria.
Tanto en la historia de la película como en la del documental -actualmente en cartel- observamos como determinan las experiencias de la infancia la constitución de la identidad y de muchas acciones que realizamos en la adultez. Según relata en la entrevista su director, Jewison no es un apellido judío; sin embargo, en la escuela primaria en Toronto -Canadá- donde creció, siempre fue visto como judío por los hijos de migrantes polacos y rusos ya que su apellido así lo sugiere y esa asignación le generó una profunda curiosidad por la cultura judía. Asi es como llegó al cuento de Sholem Aleijem. Por su parte, el director del documental afirma haber conocido la versión fílmica de la obra cuando era un niño y fue una forma de introducirse en la historia de sus padres sobrevivientes del Holocausto como una ventana a un mundo del cual vinieron y ya no existe más
Una cuestión entre varias a resolver para poner en escena la leyenda, era cómo recrear la atmósfera descripta por su creador original. Sabiamos que Tevye el lechero y sus hijas, personajes centrales de la historia, viven en el pueblo de Anatevka, en la Rusia imperial, y deben hacer frente a las influencias externas que amenazan sus tradiciones judías. Sus tres hijas mayores quieren casarse por amor, pero sus elecciones de maridos no son aceptables para Tevye. Finalmente, un edicto del zar expulsa a los judíos de su aldea. En la película, el tema del violinista en el tejado simboliza la inestable vida de las comunidades judías en la Rusia zarista, las que se ven obligadas a migrar transformando lo judío en otras latitudes. Una nota curiosa que señala Jewison es que, como EEUU no tenía relaciones diplomáticas con la URSS, era imposible filmar/recrear la zona de asentamiento judía hacia fines del siglo XIX en esos territorios. Asi es como decidieron hacerlo en Yugoeslavia, pais equidistante de los dos imperios de la guerra fría.
En el relato de Jewison se destaca que para recrear el ambiente del cuento, no se trata solo de la actuación, sino de prestar atención a lo visual, lo cual ocupa un lugar significativo. Así es como incluye a un diseñador. Tenía la intención de ponerle un color determinado a la cotidianeidad, considera que la aldea tiene un tono marrón y la recrea poniendo una media de nylon en el lente. Otro elemento significativo es el violinista. De esta manera, esa figura casi mágica del relato la proyectó en el dibujo de Marc Chagall, sobre el violinista. Es sabido que el pintor Marc Chagall también nació en la región de los relatos de Sholem Aleijem. Su nombre era Moishe Segal y muchos de sus trabajos aluden a la atmósfera descripta por el escritor. La figura del violinista fue pintada en numerosas oportunidades variando estilos. Al igual que en la representación teatral, la música ocupa un lugar destacado; así es como en la entrevista para el documental Jewison alude a la presencia del violinista Isaac Stern.
La adaptación cinematográfica de 1971 fue dirigida y producida por Norman Jewison, y protagonizada por las actrices Chaim Topol, Norma Crane, Leonard Frey, Molly Picon y Paul Mann. Cada uno de los actores y actrices fue entrevistado para el documental y para cada uno de ellos la experiencia de haber trabajado en este musical fue muy significativa en la historia de sus carreras y les dejó huellas de orden subjetivo ¿será que el violinista sigue en el tejado?.