Ronit Tal Sultan y su marido Roland Sultan, de origen tunecino y de nacionalidad francesa, fueron dos de las 15 víctimas del pequeño kibutz. Otra victima de la massacre en este poblado comunitario fue el sociologo Dr. Jaim Katzman, militante contra la ocupacion de los territorios palestinos y uno de los fundadores de la agrupacion de izquierda «Academia por la Igualdad», que agrupa a mas de 800 docentes universitarios judíos y arabes de Israel.
Tal como escribió Leonardo Senkman en estas páginas antes de la la publicacion del volumen, Ronit Tal Rudman, nació en Israel en 1967 en una familia de padres argentinos, que regresaron a Buenos Aires cuando ella era pequeña. Estudió en la Escuela Normal Superior N° 1 “Presidente Roque Sáenz Peña”, en el barrio porteño de Almagro, y en el seminario de maestros de AMIA. Luego volvió sola a Israel a los 18 años. Ronit trabajó la mayoría de su vida en educación y en los últimos años decidió volver al mundo académico. En momentos de su asesinato habia finalizado su doctorado en la Universidad Ben Gurión en Beer Sheva, investigando la función del arte como protesta durante la última dictadura militar argentina.
La Dra. Ronit Milano, del Departamento de Arte en la Univeridad Ben Gurion y su directora de tesis, dijo a la prensa local que Sultan «había comenzado sus estudios desde cero hasta convertirse en una excelente investigadora. Todos buscaban sus consejos. Tanto en la shivá (velatorio) como en el entierro, sus hijos relataron lo feliz que la hacía su investigación». Milano escribió en la introducción al libro: «en los encuentros de doctorantes que tuvieron lugar en el salón de mi casa durante la primera mitad de 2023, nuestras conversaciones a menudo derivaban en discusiones políticas y en el análisis de la situación del país. Como parte de la lucha política contra la reforma judicial, se usaba ampliamente el término ‘dictadura’, y con frecuencia hablábamos sobre el punto de inflexión a partir del cual una democracia se convierte en dictadura». «Estoy escribiendo estas líneas mientras la sociedad israelí arde. Mientras se llevan a cabo manifestaciones en cada cruce importante del país, y en las cárceles se acumulan ciudadanos detenidos en protestas u otras acciones de oposición al gobierno. Desde mi despacho urbano se escuchan los bocinazos de los conductores protestando, así como las sirenas de los coches de policía y ambulancias. Me pregunto si la investigación de Ronit puede enseñarnos algo», agregó Milano en estas páginas escritas en setiembre del 2024.
Pinceles a la sombra de los generales, está basado enel doctorado de Sultan: «mi investigación -dijo- se centra en un subcampo de la historia del arte, ocupándose del arte de protesta contra la dictadura en Argentina, tanto dentro como fuera del país. El estudio sigue una serie de preguntas guía, entre ellas: ¿cómo afectó la realidad de violencia a la producción visual y a su consistencia estética? ¿Qué reacciones sociales y artísticas se pueden identificar en el campo del arte argentino de esa época? ¿Se creó arte de protesta pese a la censura y la represión, y si es así, cómo? ¿Cuáles fueron los espacios de exhibición posibles en un entorno político marcado por el disciplinamiento? ¿Cómo se puede caracterizar la eficacia política del arte cuando la libertad de expresión y exhibición están limitadas? ¿Actuaron los artistas como agentes de protesta? ¿De qué manera hicieron del arte una plataforma para crear una crítica política eficaz? ¿Cuál fue el papel del exterior para Argentina y cómo pudo activarse y aprovecharse, a fin de potenciar la acción en el campo del arte?» (pag. 8).

A diferencia de líneas de investigación impulsadas en el pasado, particularmente a partir del comienzo del presente siglo y que abordaban el tema desde un ángulo de análisis puntual, mediante ejemplos específicos, o bien se enfocaban en un determinado artista, el libro ofrece una lectura interpretativa amplia del arte de protesta en Argentina bajo la última dictadura, tomando en cuenta aspectos políticos, sociales, estéticos y epistemológicos propios de este tiempo y espacio específicos. Desde un punto de vista terminológico, la variedad de prácticas analizadas en este volumen es descripta como «activismo artístico». Estas prácticas incluyen tanto la creación de obras como la producción de acciones, individuales o colectivas, que emplean recursos artísticos para posicionarse e incidir de alguna manera en el campo político.
Sultan se adhiere al «giro de la movilidad» (mobility turn) en las ciencias sociales y las humanidades, que propone abandonar el sesgo sedentario de la investigación y tomar en cambio el movimiento como categoría central para pensar la vida social, o en sus palabras, «hoy en día, la movilidad es un paradigma académico que acoge investigadores de una variedad de campos como sociología, antropología, estudios culturales, economía y geografía, así como estudios de migración, de ciencia y tecnología, de turismo y de transporte» (pag. 12).
Un amplio capítulo del libro está dedicado a la obra de la conocida pintora comunista Diana Dowek (1942). Durante la dictadura, Dowek tomó la decisión ideológica de quedarse en el país y ser parte de las fuerzas de resistencia. Como activista política, se le asignó una tarea en nombre del clandestino Partido Comunista Revolucionario: transmitir información sobre lo que estaba sucediendo en el país al extranjero a través del correo, misión que llevó a cabo con éxito sin ser descubierta. Al mismo tiempo, debido al éxito y al reconocimiento que había recibido como artista en los años previos al golpe militar, Dowek pudo presentar exposiciones en instituciones oficiales sin que su obra fuera considerada como subversiva o peligrosa. Durante la dictadura las autoridades no la molestaron especialmente, una actitud que atribuyo a los múltiples significados que contenían sus obras: por un lado, hay una capa visible y al descubierto, por otro, una capa oculta y escondida. La pluralidad de mensajes permitía múltiples interpretaciones y así Dowek pudo eludir la rígida censura (pag. 28). De acuerdo a Sultan, la obra de la reconocida artista «dio lugar a un interesante oxímoron entre visibilidad y presencia, por un lado, y lo oculto y subversivo por otro».
Otro artista analizado por Sultan, cuya obra y actividad durante los golpes militares y la dictadura se puede analizar bajo la perspectiva del testimonio y el testigo, es Franco Venturi, cuyas pinturas representan una descripción visual del terror de la represión, tal como lo experimentó personalmente y en su entorno cercano. Venturi (1937-1976), un inmigrante de origen italiano fue el primer artista plástico desaparecido en Argentina. Su obra y su actividad tenían un marcado carácter político y de protesta. Venturi fue secuestrado, torturado y encarcelado en múltiples ocasiones durante la dictadura militar, hasta que en 1976 desapareció tras ser detenido. Solo dieciséis pinturas y ochenta dibujos suyos pudieron ser salvados y rescatados de la censura. Entre otras cosas, su obra describe la experiencia del prisionero en las cárceles secretas, la conducta de los guardias militares y los métodos de tortura. Sus obras se refieren a la realidad ya bajo los golpes de estado anteriores a la última dictadura, puesto que fue asesinado poco después de su inicio (pags. 107 y 108).
Sultan resumio asi su propuesta en las conclusiones del libro: «En el contexto del discurso sobre la irrupción del arte en la vida política, y mediante el modelo metodológico propuesto en esta investigación, se puede definir una ‘estética de protesta local’ que se realiza en el movimiento en el espacio. Su eficacia está estrechamente vinculada a la movilidad, y la estética es el eje central que permite esta movilidad. Mi aspiración es que el modelo que he desarrollado resulte una herramienta útil para investigaciones futuras y se aplique a casos de estudio tanto históricos como contemporáneos de situaciones de crisis, conflictos y confrontación, ya sean sociales, territoriales, políticos, ideológicos, étnicos, religiosos o de clase” (pag. 187). Pinceles a la sombra de los generales de Ronit Tal Sultan, merece ser reeditado en Argentina o en América Latina.