Solomon Bellow nace en Lachine, en el Quebec canadiense. Papá Abram Bellow, harto de vender cebolla egipcia en su San Petersburgo natal, había decidido abandonar su país e instalarse en pleno Canadá francófono. Pero cuando uno de sus hijos, el pequeño Solomon, de tan solo 8 años, enferma de tuberculosis y debe permanecer seis meses hospitalizado, el padre toma la determinación de cruzar la frontera e instalarse en Estados Unidos. La ciudad elegida es Chicago.
Bellow asistió a la escuela secundaria Tuley en el oeste de Chicago y a la Universidad de la misma ciudad, pero posteriormente se trasladó a la Universidad Northwestern. Inicialmente quería estudiar literatura, pero sentía que el Departamento de Inglés era antijudío. En cambio, se graduó con honores en Antropología y Sociología. Más tarde, realizó estudios de posgrado en la Universidad de Wisconsin.
En 1941, Bellow se naturalizó estadounidense, después de descubrir, al intentar alistarse en las fuerzas armadas, que, de niño, había inmigrado a los Estados Unidos de manera ilegal.
Durante la Segunda Guerra Mundial se unió a la Marina Mercante y durante su servicio completó su primera novela, Dangling Man (1944), sobre un joven de Chicago que esperaba ser reclutado para la guerra. De 1946 a 1948 impartió clases en la Universidad de Minnesota. En el otoño de 1947, tras una gira para promocionar su novela La víctima, se mudó a una casa antigua y espaciosa en el número 58 de Orlin Avenue SE, en el barrio de Prospect Park de Minneapolis. Estuvo casado en cinco ocasiones y tuvo tres hijos y una hija.
Considerado un referente dentro del grupo de escritores judíos estadounidenses de la segunda mitad del siglo XX, Bellow fue uno de los escritores más aclamados de una generación de autores judíos que surgieron después de la Segunda Guerra Mundial. Falleció el 5 de abril de 2005 en Brookline, Massachusetts.
Ideas políticas y las primeras novelas
Durante los años 30 fue miembro del proyecto WPA de escritores de Chicago, junto con futuros grandes escritores como Richard Wright. La mayoría de los integrantes de este grupo eran miembros del Partido Comunista de Estados Unidos y muchos de ellos se definían como estalinistas. Pero Bellow era trotskista y se veía obligado a sufrir continuas pullas por parte de sus camaradas.
Como dijimos, en 1944 escribió su novela Dangling Man durante su servicio en la Marina Mercante.
En 1948 recibió una Guggenheim Fellowship que le permitió trasladarse a París, donde empezó a escribir Las aventuras de Augie March, novela que ha sido ampliamente analizada y respecto de la cual varios críticos coinciden en su semejanza con la novela picaresca española. En lo que todos acuerdan es en que esta novela lo coronó como un autor destacado.
Saul Bellow, una vida agitada
Entró por primera vez en las listas de los más vendidos en 1964 con su novela Herzog, y en 1968 fue elegido miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias.
Consiguió el premio Nobel en 1976, a los 61 años de edad, y en su discurso de agradecimiento hizo un llamamiento a los escritores para que despertaran a la sociedad. En palabras del Comité Nobel sueco, su escritura exhibía una mezcla de rica novela picaresca y sutil análisis de nuestra cultura, de aventura entretenida, episodios drásticos y trágicos en rápida sucesión, intercalados con conversación filosófica, todo ello desplegado por un comentarista de lengua ingeniosa y visión penetrante de las motivaciones exteriores e interiores que nos impulsan a actuar, o nos impiden hacerlo. Algo que podría llamarse el dilema de nuestra época.

En 1976 se hace con el Pulitzer con El legado Humboldt, también en la categoría de ficción.
En su vida personal, hay que destacar que, a pesar de los fracasos, siempre intentó ser feliz. Por ejemplo, se casó cinco veces, si bien todos sus matrimonios acabaron en divorcio, a excepción del último.
Los viajes fueron una constante en su vida. Solía visitar Europa con frecuencia; en ocasiones, hasta dos veces al año. Pero también recorrió diversas universidades de Estados Unidos que le ofrecieron importantes puestos como profesor. La lista es extensa; entre ellas, se encuentran la Universidad de Yale, la Universidad de Minnesota, la Universidad Princeton, la Universidad de Puerto Rico, la Universidad de Chicago, el College Bard y la Universidad de Boston.
Obra literaria
Con Las aventuras de Augie March obtiene en 1954 el primero de los tres National Books Awards de su premiada vida literaria. Su reputación internacional queda asentada tras la publicación de Herzog en 1964, relato autobiográfico en el que narra su periplo como esposo engañado cuando su mejor amigo le arrebata a su segunda esposa. Tres meses después de ganar el Pulitzer con El legado Humboldt, que había publicado el año anterior, recibe el Premio Nobel de Literatura en octubre de 1976, convirtiéndose en el sexto escritor judío en recibir el galardón, por su «comprensión humana y su análisis sutil de la cultura contemporánea». En 1998, cuando la Biblioteca Moderna encuestó a sus lectores para determinar cuáles mencionaban como las 100 mejores novelas en inglés, dos libros de Saul Bellow –Henderson, el Rey de la Lluvia y Las aventuras de Augie March– lograron la clasificación.
Saul Bellow será recordado como el creador de algunos de los antihéroes más memorables de la literatura contemporánea. Por ejemplo, Augie March, el joven inmigrante judío, hijo de una mujer casi ciega, que intenta prosperar y encontrarse a sí mismo en el convulso Chicago de la Gran Depresión. Los dispares empleos que March desempeña en rápida sucesión (vendedor, marino, ladrón o lavandero de perros) sirven a Bellow para retratar a una sociedad y a un personaje que busca algo más que «el sueño americano».
Trayectoria
La crítica ha destacado el parecido entre Las aventuras de Augie March y el gran clásico español del siglo XVII, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. El primer párrafo del libro de Bellow se convertiría en uno de los comienzos de novela más famosos de la literatura estadounidense; el relato sigue a su protagonista a través de una serie de carreras y encuentros, mientras vive de su ingenio y determinación.
Su primera novela, Hombre en suspenso (1944), como dijimos, relata la historia de un joven que, ansioso y preocupado, espera ser movilizado en tiempo de guerra. En cambio, Las aventuras de Augie March es un largo relato libremente estructurado que ofrece un retrato vivo y humorístico de la comunidad judía de Chicago a través de un joven que busca descubrir quién es y su lugar en el mundo. La humanidad moderna, amenazada con la pérdida de su identidad, pero aún no destruida espiritualmente, es el tema de sus obras posteriores, Carpe diem (1956) y Henderson, el rey de la lluvia (1959).
Influyó en casi todos los escritores norteamericanos de origen judío, como Bernard Malamud (1914-1986), Howard Fast (1914-2003), Peter Viertel (1920-2007), Betty Friedan (1921-2006), Norman Mailer (1923-2007), Joseph Heller (1923-1999), Herbert Gold (1924-2023), Allen Ginsberg (1926-1997), Neil Simon (1927-2018), Ira Levin (1929-2007), William Goldman (1931-2018), y Philip Roth (1933-2018).
Temas y estilo
Los temas de Bellow incluyen la desorientación de la sociedad contemporánea y la capacidad de las personas para superar su fragilidad y alcanzar la grandeza o la conciencia. Bellow veía muchos defectos en la civilización moderna y en su capacidad para fomentar la locura, el materialismo y el conocimiento engañoso. Los personajes principales de la ficción de Bellow tienen potencial heroico, y muchas veces contrastan con las fuerzas negativas de la sociedad. A menudo estos personajes son judíos y tienen un sentimiento de alienación u otredad.
La vida y la identidad judías son un tema importante en la obra de Bellow, aunque le molestaba que lo tildaran de «escritor judío». Su obra también muestra un gran aprecio por América y una fascinación por la singularidad y la vitalidad de la experiencia americana. Bellow intercalaba elementos autobiográficos en su ficción -no solo en Herzog-, por lo que se decía que muchos de sus personajes principales se parecían a él.
Bellow y el judaísmo
Publicó un artículo en el The New York Review of Books en 2011. Un fragmento:
“…en mi primera conciencia, yo era, entre otras cosas, judío, hijo de inmigrantes judíos. En casa nuestros padres hablaban ruso entre ellos, los niños hablábamos yiddish con nuestros padres y en inglés entre nosotros. A los cuatro años empezamos a leer el Antiguo Testamento en hebreo, observábamos las costumbres judías, algunas de ellas supersticiones, y recitábamos oraciones y bendiciones el día entero. Porque tuve que aprender de memoria la mayor parte del Génesis, mi primera conciencia fue la de un cosmos, y en ese cosmos yo era un judío. Supongo que sería apropiado aplicar la palabra arcaica a semejante representación del mundo: arcaica, prehistórica. Esto fue para mí lo ´dado´ y sería inútil debatirme con ello o intentar revisarlo o borrarlo.
La creencia milenaria en un Dios Sagrado acaso tenga el efecto de ahondar el alma, pero es también evidentemente arcaica y, con el tiempo, las influencias modernas me pondrían al día y me revelarían hasta qué punto eran anticuados mis orígenes. Dar la espalda a dichos orígenes, sin embargo, siempre me ha parecido una absoluta imposibilidad. Sería una traición a mi primera conciencia el des judaizarme. Cabría sentir la tentación de dejar atrás lo dado e inventar algo mejor, procurando reintroducirse en la vida en un punto más conveniente. En América esto es algo común, todos hemos visto hacerlo, y hacerlo en muchos casos con gran habilidad. Pero jamás se me pasó por la mente semejante intento. Por eso quizás haya sido arcaico, pero he evitado los tormentos de una crisis de identidad”.
Saul Bellos escribió cerca de catorce novelas. Entre sus obras más conocidas se encuentran -además de las mencionadas- El planeta del señor Sammler, Aprovecha el día, Ravelstein; cuatro de no ficción, entra las que se destaca Jerusalén ida y vuelta, de 1976, y cuatro colecciones de relatos cortos.
Fuentes:
https://blogs.ugr.es/desmontando-jaime/saul-bellow-el-judio-que-rompio-con-su-destino/
https://www.aiete.net/2018/01/saul-bellow-o-que-significa-ser-americano-y-que-ser-judio/
https://akantilado.wordpress.com/2012/02/04/saul-bellow-escritor-judio-en-america/