El origen de un fenómeno
Corría 1975 en Buenos Aires cuando dos jóvenes de apenas 20 años, Isro Gloger y Rafi Fridman, decidieron unir dos pasiones: la poesía hebrea contemporánea y la música que vibraba en la juventud argentina de los setenta. Así nació Manguinot Bashirá (Melodías en la Poesía), un proyecto que pronto se transformó en un fenómeno cultural único en la comunidad judía local.
Inspirados por sus estudios en la Midrashá Le’Morim de AMIA (Seminario de Maestros Hebreos), y guiados por docentes como Yaacov Glasserman y Batia Bilak, Gloger y Fridman comenzaron a musicalizar poemas de autores israelíes de vanguardia como Yehuda Amijai, Natan Zaj, Lea Goldberg y Jaim Guri. A esos versos profundos les dieron vida con melodías propias, influenciadas por el folk y el rock nacional.
A la dupla fundadora se sumaron Marcelo “Mogui” Moguilevsky (con apenas 13 años y un talento precoz en la flauta), Ruty Grempeld (voz, luego reemplazada por Patricia Lande) y Daniel Frenkel (percusión). La banda estaba lista para irrumpir.
Primeros escenarios, primeras ovaciones

El debut oficial fue el 16 de agosto de 1975 en la escuela Bialik de Villa Sahores. La sala estalló de público, y desde entonces los recitales se multiplicaron en prestigiosas instituciones de la comunidad: AMIA, Hebraica, Tzavta, entre otras.
Cada presentación venía acompañada de un programa con la traducción al español de los poemas en hebreo, lo que permitía al público comprender y apropiarse del mensaje. No eran solo conciertos: eran experiencias culturales compartidas.
Los afiches con el logo diseñado por Miriam Wider —una clave de sol que florecía— se pegaban en las calles de Buenos Aires como los de cualquier recital de rock o tango. La poesía hebrea, hasta entonces reservada a círculos académicos, se convertía en un espectáculo masivo.
La voz de una nueva generación
Hasta la llegada de Manguinot, la música judía en Argentina estaba marcada por el legado europeo: canciones en yiddish, klezmer y melodías litúrgicas. El grupo irrumpió como un corte generacional.
Para los jóvenes judíos de los setenta, hijos de inmigrantes, Manguinot fue la posibilidad de cantar su identidad propia: argentinos que amaban el rock nacional, pero también herederos de una tradición milenaria, conectados con Israel y con la poesía que hablaba de paz, amor e identidad.
Fue, en palabras de muchos cronistas de la época, una revolución cultural en la diáspora.
Reconocimiento y despedida
En 1976, Manguinot grabó su único disco de larga duración, con ocho canciones originales bajo el sello Londisc. Temas como El Male Rajamim, Hagueshem (Amijai), Elohim Mabit (Mirta Grymbaum) y Al Tenasé (Goldberg) se volvieron clásicos.
Ese mismo año, la Sociedad Hebraica Argentina les entregó una placa en reconocimiento por su aporte cultural. El 21 de agosto de 1976, el Teatro SHA fue testigo de un recital histórico: la sala colmada, jóvenes coreando poesía hebrea como si fueran himnos de rock.
Pero la aventura local tuvo un final marcado por el contexto: en diciembre de 1976 ofrecieron su último concierto en Buenos Aires. Poco después, en enero de 1977, Isro y Rafi hicieron Aliá (migraron a Israel) y continuaron sus vidas en Israel. Luego la vida los llevaría a vivir en distintos países, Estados Unidos e Inglaterra donde residen en la actualidad.
El regreso esperado a 50 años- 1975-2025
Casi medio siglo más tarde, el anhelo de volver se cumple. Isro Gloger, Rafi Fridman y Dany Frenkel regresan a Buenos Aires para un concierto único en la AMIA, el jueves 16 de octubre a las 20hs. donde volverán a sonar las canciones que marcaron a toda una generación.
El mensaje de la poesía hebrea, musicalizada con espíritu argentino, vuelve a unir pasado y presente. Como escribió Yaacov Glasserman en el programa del primer recital:
“La melodía es una necesidad… es el lenguaje del sentimiento. La melodía se comparte… porque somos judíos; intermediarios y creadores de su Cultura, transmitirla nos importa”.
Hoy, Manguinot Bashirá vuelve a recordarnos que la poesía, cuando se canta, puede convertirse en identidad, memoria y futuro.