El júbilo popular luego de la liberación de todos los rehenes vivos se está empañando por la profunda decepción, especialmente de los familiares que acusan a Hamas de no cumplir el pacto de entregar a todos los rehenes muertos. Hamas ha entregado hasta ahora solo los restos de nueve rehenes fallecidos, y no hay señales de los 19 restantes.
En las últimas horas del jueves la decepción está siendo utilizada por ministros ultras belicistas del gobierno para ensayar una ruptura del acuerdo que puso fin a la guerra en Gaza.
Apenas dos ataúdes fueron entregados por Hamas a la Cruz Roja el 16 de octubre y luego recibidos por Tzahal. Una vez en Israel, los ataúdes fueron inspeccionados por el ejército, envueltos en banderas israelíes y honrados en una breve ceremonia oficiada por un rabino militar. La policía procedió a escoltarlos al instituto forense Abu Kabir para identificar los restos y determinar la causa de la muerte.
Inbar Haiman, (27) era una estudiante de comunicación visual de Haifa, asesinada por terroristas en el festival de música Nova, el 7 de octubre de 2023, y su cuerpo trasladado a Gaza. Fue declarada por Tzahal oficialmente muerta en diciembre de 2023. Era la última rehén femenina que aún permanecía secuestrada en la Franja. El sargento mayor Muhammad el-Atrash, (39), padre de 13 hijos y originario de Sa’wa, sirvió como rastreador en la Brigada Norte de la División de Gaza, fue asesinado el 7 de octubre y su cuerpo también trasladado a Gaza. Pero no antes de junio 2024, Tzahal pudo anunciar su muerte mientras luchaba contra Hamás en la zona del kibutz Nahal Oz.
El Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos emitió declaraciones elogiando a Hayman y Atarash el jueves por la mañana. Hayman era «talentosa, amorosa e inclusiva, con un espíritu de generosidad infinita», escribió el Foro. Los familiares comentaron que ella estaba «rebosante de creatividad y llena de alegría de vida». Estudió cine, construyendo una reputación a lo largo de los años como una «respetada artista de grafiti con un estilo único».
Antes de Hayman y Atarash, los rehenes fallecidos devueltos por Hamas fueron Guy Illouz, Yossi Sharabi, Bipin Joshi, Daniel Peretz, Uriel Baruch, el sargento Tamir Nimrodi y Eitan Levi
El atraso de Hamas se agrava porque la organización terrorista no toma los recaudos necesarios para identificar sin errores los cuerpos que devuelve. El día anterior, por ejemplo, uno de los cuatro cuerpos devueltos no correspondía a un rehén israelí, sino al cadáver de un palestino gazatí.
Pero, además, Hamas yerra no solo en identificar a los cuerpos: tampoco logra localizar a los dispersos escondites donde ocultaron los restos de 19 rehenes muertos debido a irreconocibles terrenos arrasados por los bombardeos.
Pese a las amenazas del ministro de Defensa Katz, que acusa a Hamas de violar deliberadamente el acuerdo de canje recientemente firmado, y amenaza reanudar la guerra, una fuente insospechable revela la innegable situación caótica de posguerra en Gaza. En declaraciones a la prensa el 15 de octubre, poco después del regreso de los primeros cuerpos a territorio israelí, el presidente Donald Trump acreditaba que Hamas estaba buscando en Gaza a los restantes rehenes fallecidos. “Es un proceso espantoso… Están excavando y encuentran muchos cuerpos. Luego tienen que separarlos”, declaró a la prensa en el Despacho Oval. “Algunos de esos cuerpos llevan mucho tiempo allí, y otros están bajo los escombros. Tienen que retirar los escombros”, continuó. “Algunos están en túneles… muy profundos bajo tierra”.

Por su parte, agentes de inteligencia y asesores de Trump refuerzan esta versión sobre un siniestro escenario subterráneo de cuerpos sepultados bajo escombros muy difícil de localizarlos.
Un agente reconoció que solo fue posible comenzar a recuperar los cuerpos una vez que entrara en vigor el alto el fuego la semana pasada, dado que Gaza había sido una zona de guerra activa. “La cantidad de escombros en Gaza eclipsa lo que quedó tras el atentado contra el World Trade Center el 11-S”, afirmó. “Además de todos esos escombros, hay mucha munición sin detonar, y presumiblemente, debajo… hay muchos cadáveres”. “Habría sido casi imposible para Hamas, incluso si supiera dónde estaban los 28 cadáveres, movilizarse y recuperarlos todos”, dijo otro asesor de Trump. “Primero conseguimos tres. Luego cuatro. Luego otros cuatro”, continuó citando cifras incorrectas sobre el número de cadáveres que Hamás devolvió”[1].
Mas aun: la administración estadounidense trabaja con mediadores internacionales para ofrecer apoyo logístico e inteligencia a Hamas que permita localizar los cuerpos aún desaparecidos, muchos de ellos posiblemente sepultados entre los escombros de Gaza.
Trágico destino compartido en Gaza: israelíes y gazatíes bajo escombros
Precisamente, una terrible secuela de la guerra desoladora contra edificios civiles en Gaza son los cuerpos de israelíes y palestinos bajo los escombros.
Testimonios recogidos por periodistas españoles de boca de familiares gazatíes, dicen que regresan luego de varios traslados forzados sabiendo que solo encontrarán escombros en sus hogares, pero quieren volver, además, porque intuyen que algún ser querido yace atrapado bajo las ruinas. Beit Hanun, Beit Lahia o Yabalia, y barrios enteros de Ciudad de Gaza están totalmente destruidos.
Los números reales de víctimas podrían ser muy superiores a los 67 mil muertos, según cifras del Ministerio de Salud de la Franja que la ONU toma como referencia, dado que hay cadáveres bajo los escombros, desaparecidos y enfermos crónicos que fallecieron por falta de cuidados.
Vivir entre ruinas hogareñas es para muchos desplazados preferible al destierro obligado por Tzahal: no son los restos de un enclave fracturado ni de una franja perforada, sino la casa a ser reconstruida.
Wafi insiste en que abandonará definitivamente Al Mawasi y empezará a vivir en el patio de una escuela destruida, situado justo en frente de su antigua casa. Es el lugar más cercano a su antiguo hogar, donde puede instalar una tienda de campaña: “No hay opción: hay que volver a la vida, aunque sea sobre escombros y edificios derruidos”, garantiza este hombre. Mientras habla, consuela a su hijo mayor, Jasser, de 12 años, que vino con él y buscó en vano entre los escombros cuadernos y ropa, pero no halló nada porque no pudo acceder hasta el que fue su apartamento, sepultado bajo las ruinas de pisos superiores. Wafi promete a su hijo que van a regresar y vivir ahí, o al menos muy cerca, en los días venideros”[2].
Pero volver exige que se limpien mínimamente las calles, se abra un camino entre los escombros y haya un lugar medianamente adecuado para instalar una tienda de campaña. Yasser Shaath, de 50 años, es uno de los desplazados que espera angustiosamente regresar a casa. Sabe que vuelve a su hogar destruido, pero prefiere levantar su tienda de campaña entre los desechos y no seguir sobreviviendo como refugiado por quinta vez en un campamento “abarrotado de desplazados”: “Volver a tu hogar destruido, pero incluso así te sientas entre los escombros y recuerdas los momentos vividos entre esas paredes. Las ruinas nos dan una sensación de calidez porque traen de vuelta nuestra vida anterior, pese a lo duro que es el presente”, afirma en la entrevista para La Vanguardia.
Otro gazatí que se ha desplazado 12 veces en los últimos dos años, y solo piensa en volver a los escombros de su hogar, aunque ya sabe que está destruido: “No podemos vivir en nuestra casa, pero espero que con algunas lonas podamos crear, al menos, un espacio habitable. Por muy malo que sea, será mejor que la tienda de campaña, donde no hay ninguna privacidad ni dignidad”, explica Kamil al periodista.
Posdata
¡Qué paradoja!: israelíes y palestinos son invisibles muertos sin sepultura en Gaza bajo escombros de bombardeos arrasadores de la fuerza aérea de Tzahal.
Toda una metáfora de enemigos en una guerra devastadora de donde sus familiares esperan desenterrarlos bajo las ruinas para que merezcan descansar en la paz de sus cementerios.
El gobierno de Israel “trabaja incansablemente para que todos nuestros rehenes caídos reciban un entierro digno en su patria», informa solemnemente la Oficina del Primer Ministro.
Y los gazatíes que regresan a sus escombros también juran rescatar a sus seres queridos para que reciban sepultura junto a sus casas reconstruidas, la única patria en paz que desean profundamente imaginar.
Escombros, deshechos, destrozos, restos según la Biblia, eran sinónimos de la inactividad divina, pero también, por el contrario, Dios era quien “reconstruye los escombros de Jerusalén y trae a los desterrados de vuelta a Israel”[3].
Después de la desolación total de la Franja por Tzahal, los judíos de Israel debieran orar para que su Dios ayude a reconstruir Gaza y traer de vuelta a todos los desterrados por la guerra, sin esperar que la reconstrucción sea hecha solamente por otros países que concurrieron a Sharm El Scheik convocados por Trump.
Escombrar literalmente significa despejar de escombros. Escombremos juntos, pues, para lograr rescatar a todos los cuerpos bajo escombros en Gaza y ayudar a que puedan descansar en la paz que no tuvieron en vida.
[1] E.Fabian,N.Yohanan,”Israel receives bodies of hostages Inbar Haiman, Muhammad el-Atrash; Hamas says it has no others”, The Times of Israel. 16/10/25.
[2] Palestinos excarcelados afrontan un exilio, La Vanguardia, 16.10.25.
[3] Salmo 147:2-3