El atentado a la Amia (1994) ha sido objeto de numerosas producciones audiovisuales tanto ficcionales como documentales[1] y más recientemente inspiró en la Argentina una obra de teatro La silla vacía, que se estrenó el año pasado y vuelve a presentarse este año en el auditorio de AMIA (nota publicada en este periódico). Tambien nos encontramos con ensayos e investigaciones sobre la tragedia como el más reciente del periodista Javier Sinay 9´53, editado por Sudamericana a fines del 2024. Tambien hay novelas, poemas, y otros géneros argumentales. De toda esta multiplicidad de representaciones del horror a través de distintos códigos y lenguajes: ¿hay alguna que nos lleva a alguna verdad? ¿hay una manera para reflejar el horror, la muerte y el sinsentido?
Como se señala al comienzo de la muestra, Amia ha decidido trabajar su misión institucional también desde el arte.
En este caso nos encontramos con una selección de imágenes de distinto formato y soporte de artistas reconocidos en el campo de las artes visuales, del muralismo, la gráfica, el grabado y la fotografía. Lo nuevo de esta presentación es que dicha producción artística aún no había sido expuesta en un espacio público no comunitario, vinculado al gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

Si bien el título de la muestra de la sala 13 remite a la memoria del atentado, también debe pensarse como la temática de la memoria atraviesa la identidad del Centro Cultural Recoleta y cuál es el lugar de esta muestra en el contexto del proyecto de Memoria e Historia, actualmente en escena. Debe señalarse que este espacio se constituye como Centro Cultural en la década del 80 y que en los noventa se lo denomina como lo conocemos actualmente. El recorrido de las salas nos lleva a pensar Arte y Memoria del Atentado a la AMIA, 31 años, en ese marco de la historia del Centro Cultural y tambien de los lenguajes y sus transformaciones que atraviesan las visualidades en estas tres décadas y media de historia.
La exhibición reúne 42 obras temáticas de lenguajes visuales de artistas de muy distintas extracciones, como Tano Verón, Martín Ron, Alejandro Thornton, Alejandra López, Alfredo Benavídez Bedoya y Verónica Albajari. Las piezas expuestas abarcan murales, fotografías, serigrafías, afiches y trabajos en papel y MDF [2]
Del muralista Martin Ron ya conocíamos “El muro de la memoria”, el cual se había inaugurado en el 2018 en el edificio de Amia. En esta muestra se incluyen obras también del 2018 presentadas en el espacio AMIA como una parte de la serie Post it
La obra presentada del artista Alejandro Thornton se expresa a través de lo que denomina poesía visual: se trata de frases poéticas colocadas en formas de dibujos. En esta oportunidad, lo que se expone forma parte de la serie Recordar (2024).
De Alfredo Benavidez Bedoya se incluyen grabados realizados con huellas digitales de dos personas asesinadas previamente expuestos en el Centro Cultural Rojas y Amia en el 2008.

Leemos los Afiches por la memoria (2020 y 2023) con una serie de frases que suelen caracterizarse por la positividad del mensaje y cierto estilo juvenil publicitario y las fotografías de Alejandra López (2021) de sobrevivientes de la tragedia y Verónica Albajari Nosotros.
Estas fotografías formaron parte de la muestra Nosotros, Retratos compartidos que se exhibió en Amia en 2024. En este caso se trata de fotografías tomadas por empleados, como Albajari, con el propósito de homenaje a sus compañeros de trabajo realizando tareas similares. De la serie observamos una sobreviviente contemplando una foto del fallecido en el atentado.
Lo significativo de la realización de estas muestras es como van cambiando de sentido en cada contexto en el que se realizan. Lamentablemente la Argentina y el mundo están atravesados en el presente por un avance de los gobiernos de derecha radical, de discursos de odio que pueden llevar a crímenes de odio, como señala la investigadora Antonella Marty. Esto, que parecía erradicado en el mundo post Segunda Guerra Mundial, vuelve en los años noventa y reaparece como una amenaza en un horizonte mundial de desencanto. En ese sentido, apelar a justicia, verdad y memoria con relación a los responsables del atentado y a diversos crímenes de lesa humanidad, asume en la actualidad un significado especial.
Esto que parecía que no podría ocurrir nunca más -como decía la consigna que marcó el juicio a las juntas militares en la Argentina- hoy ya no genera la misma certeza que hace un lustro atrás. De allí la potencia de reiterar estos ciclos de Arte y memoria como parte de las tragedias argentinas.
[1] Sugiero leer esta nota junto con una nota anterior publicada en este mismo periódico Darle sentido a las piedras, https://nuevasion.org/archivos/40776, con fecha 10 de julio del 2024
[2] grabado en MDF (fibra de densidad media) es un proceso que utiliza un láser para crear diseños, patrones o texto en la superficie de esta materia